Economia

La subida del IRPF afectó más a las rentas del trabajo que a las del capital

El incremento de tipos en el ahorro supuso 94,22 euros más de media para cada contribuyente frente a los 285,77 por los rendimientos laborales

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La subida en el IRPF que el Gobierno aprobó nada más llegar al poder en diciembre de 2011 supuso un incremento en la recaudación de 4.713 millones de euros. Sin embargo, el reparto de esa mayor presión fiscal no fue equilibrada. De hecho, recayó principalmente sobre las rentas del trabajo, que aportaron hasta 3.854 millones extra, mientras que los rendimientos del ahorro solo pagaron 859 millones más, según datos de la Agencia Tributaria correspondientes al ejercicio 2012. Es decir, la recaudación extra de los rendimientos del trabajo fue más de cuatro veces superior a la del capital. Pero esta desproporción no se limitó a los ingresos absolutos (en parte lógico dado el mayor volumen de declarantes en los rendimientos del trabajo frente a los del ahorro en el impuesto). El problema es que ese desequilibrio también se trasladó al incremento medio de cada contribuyente en función del tipo de rendimiento.

La subida del IRPF consistió en elevar todos los gravámenes de las rentas del trabajo que pasaron en el tipo mínimo del 20% al 24,75% y del 45% al 52% en el máximo marginal. Estas subidas supusieron que cada contribuyente pagara de media 285,77 euros más. Sin embargo, la subida de los tipos del rendimiento del ahorro (al 21% para rentas inferiores a 6.000 euros, al 25% hasta 24.000 euros y al 27% para las superiores a esa cantidad) supuso un aumento medio para cada declarante de 94,22 euros. Es decir, que el incremento provocado para cada contribuyente por la subida impositiva fue en los rendimientos del trabajo tres veces superior a los del capital. Esta diferencia en el reparto de la subida del IRPF también se observa en las cifras absolutas.

Así, 9,1 millones de contribuyentes en total se vieron afectados por este incremento en las rentas del ahorro, lo que supone un 47,04% del total de liquidaciones. Sin embargo, pese a suponer casi la mitad de las declaraciones solo supuso el 18,3% del incremento de la recaudación. Por su parte, el aumento del gravamen en los rendimientos del trabajo afectó a 13,4 millones de declaraciones (69,6% del total) y supuso un 81,7% del incremento de la recaudación. Es decir, doce puntos por encima de su peso en el impuesto.

Tramos

Pero no solamente queda patente que la subida del IRPF de 2012 afectó más a los rendimientos del trabajo sino que, si se analiza por tramos, las rentas medias y bajas también fueron las más perjudicadas. Así, los contribuyentes de entre 12.000 y 21.000 euros fueron el grupo más numeroso afectado por la subida del gravamen del ahorro. Este colectivo, que representa al 31,75% del total, vio incrementado su pago en 22,56 euros de media. El segundo grupo más afectado (23,03%) es el que se encuentra entre 30.000 y 60.000 euros, con un incremento de 79,49 euros, seguido del tramo entre 21.000 y 30.000 (22,39%) con un aumento de 34,59 euros. Por su parte, aquellos con rentas inferiores a 6.000 euros tuvieron un aumento de 10,4 euros.

Las rentas medias y bajas también son las más afectadas por la subida en los rendimientos del trabajo. De hecho, los contribuyentes entre los 12.000 y 21.000 euros (35,17%) tuvieron que pagar 66,42 euros más (a los que habría que sumar los 22,56 en el caso de declarar rentas del ahorro). Le sigue el tramo de 21.000 y 30.000 euros euros (21,92%) cuyo pago extra por la subida impositiva fue de 193,03 euros (más los 34,59 euros del rendimiento del ahorro). El tercer grupo más afectado fue el que declaró rendimientos entre 30.000 y 60.000 euros (19,86%) que debieron pagar de media hasta 490,42 euros extra (más los 79,49 euros de rentas del ahorro).

Ahora el Gobierno pretende desquitarse de aquella medida. La reforma fiscal que el Ejecutivo aprobara el próximo viernes en el último Consejo de Ministros antes del verano estima que la rebaja media en el IRPF será del 12%. De hecho, reduce los tramos de siete a cinco y sitúa el tipo mínimo en el 19% en 2016 (5,75 puntos menos que ahora), mientras que el tipo marginal máximo (más de 60.000 euros) se reducirá hasta siete puntos y se situará en el 45% en 2016. Por su parte, en el ahorro se volverá a los porcentajes previos a la subida de 2012 salvo para el tramo superior que quedará en el 23%. Sin embargo, habrá que esperar a las cifras desglosadas por la Agencia Tributaria para saber si la rebaja en la práctica beneficia más a las rentas del ahorro o a las rentas del trabajo.