Donde ni siquiera los muertos encuentran descanso

Con la mitad de la Franja ocupada por casi tres semanas de incansable ofensiva israelí, ni siquiera los centenares de muertos logran encontrar un lugar para descansar. Muchos cementerios, situados en medios de barriadas que hasta hace poco albergaban a miles de vecinos, se han vuelto demasiado peligrosos para los cortejos fúnebres. Las familias se ven obligadas así a optar por camposantos en las zonas más 'seguras' de Gaza, informa Reuters.

A la entrada del Cementerio de los Mártires, en el norte de la Franja, un cartel indica que está lleno, como muchos otros del territorio palestino, pero eso no disuade a las familias de los fallecidos. Así que los sepultureros se resignan a abrir viejas tumbas y panteones, hacen a un lado los restos de sus ocupantes y consiguen espacio de este manera para los cadáveres que no dejan de llegar.

«En una situación normal, la gente querría una sepultura individual, pero ya nada es normal en estos días», explica el enterrador Abu Bilal. Con manos cansadas de acomodar a tantas víctimas de los bombardeos, lo que peor lleva es la llegada de niños. «La muerte es dura, pero no puedo actuar como si nada cuando entierro a un pequeño alcanzado por un misil israelí», lamenta. «la imagen de él, o de ella, no se me va de la cabeza». La omnipresencia de los drones hebreos sobrevuela los funerales. Alí Hasán participa en el pequeño cortejo que despide a un joven palestino que perdió la vida en su casa por el disparo de un cohete israelí. «Los muertos ya no pueden descansar en tumbas separadas, tienen que compartirlas con familiares», reprocha Hasán.

Y esto contravendría las normas islámicas, aunque se contemplar excepciones para tiempos de guerra o grandes catástrofes. La que vive ahora Gaza lo es. Porque tampoco hay cemento para las lápidas. Ni familia que pueda pagar los 130 euros que cuesta un entierro sencillo.