Jordi Pujol y su mujer, Marta Ferrusola, junto a sus siete hijos, meses antes de que, en 1980, se convirtiese en presidente de la Generalitat catalana. :: R. C.
ESPAÑA

Jordi Pujol confiesa que tuvo dinero negro en Suiza durante más de 30 años

Afirma que es una herencia de su padre de 1980, pero la Policía sostiene que son fondos opacos de comisiones ilegales

MADRID. Actualizado: Guardar
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Jordi Pujol ha confesado que tenía un dinero negro en el extranjero que ha regularizado con Hacienda en los últimos días. Explicó en un comunicado que esos fondos proceden de una herencia de su padre, Florenci Pujol, cobrada en 1980 y que en estos 34 años nunca tuvo tiempo de declarar su existencia. La Policía, sin embargo, no se cree ni una coma de ese escrito y sostiene que el expresidente catalán había amasado 165 millones de francos suizos en cuentas bancarias en su mayoría en Suiza, fruto del cobro de comisiones a través de fundaciones pantalla y de negocios turbios en distintos puntos del mundo.

Pujol revela en su comunicado de dos páginas que «en estos últimos días», no detalla cuándo, regularizó el dinero que tenía en el extranjero, no dice dónde. Una suma, cuyo montante tampoco aclara, que procede de una herencia paterna legada en 1980 para su esposa, Marta Ferrusola, y sus siete hijos porque prensaba que era «errónea y de incierto futuro» su opción de dedicarse a la política en vez de atender los negocios familiares. Su padre, explica el expresidente de Cataluña entre 1980 y 2003, tenía en la memoria la «difícil época de los años 30 y 40» con la Guerra Civil y la postguerra, y tenía «miedo de lo que podía pasar a un político muy comprometido».

Relata Pujol que encargó la administración del dinero a «una persona de máxima confianza», que no identifica, hasta que sus hijos fueran mayores de edad. Esta persona pasó la gestión de esos fondos «a uno de mis hijos», que del mismo modo no individualiza, cuando fue mayor de edad. «Es en ese momento que mi error original contaminó a mis siete hijos y a mi esposa», afirma el exgobernante nacionalista.

Admite que en los 34 años transcurridos desde que percibió los fondos de su padre en el extranjero «nunca se encontró el momento adecuado para regularizar esta herencia». Un trámite con Hacienda que «miembros de mi familia», no dice quién o quiénes, han llevado a cabo «en estos últimos días». Pujol se declara el «único responsable» de esta situación y admite tener «dolor» por todo lo que supone para él, su familia y para la gente que confió en su persona. Pide «perdón» a las personas que «se pueden sentir defraudadas» con su conducta y espera que su declaración «sea reparadora» del mal cometido y sirva de «expiación» para él mismo.

La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía no da el menor crédito a las explicaciones del expresidente de Cataluña. Pujol ha dado este paso, sostienen fuentes policiales, porque sentía el aliento de los investigadores en el cogote y porque sabe que el juez Pablo Ruz le iba a citar en breve. Las pesquisas policiales sí cuantifican la fortuna evadida, 165 millones de francos suizos, unos 135,8 millones de euros, y depositada en bancos de Suiza y Liechtenstein con derivaciones financieras en Andorra, Argentina, Croacia, Gabón, Uruguay, Estados Unidos, México, Islas Caimán, y Francia.

Un dinero que procedía de comisiones ilegales por adjudicaciones de contratos mientras gobernaba Pujol a través de ocho fundaciones pantalla, y de negocios inmobiliarios y de turismo muy poco claros de los hijos del expresidente, sobre todo Jordi Pujol Ferrusola, en México, Argentina y otros países.

La pista definitiva

La investigación se abrió a raíz de la denuncia presentada por Victoria Álvarez, exnovia del hijo homónimo de Pujol, en la Audiencia Nacional. La causa fue asumida por Ruz, y la pista definitiva la dieron los pasos de Pujol Ferrusola, que entre 2008 y 2012 movió 56 millones de euros desde paraísos fiscales; 33 millones en cuentas en Suiza, Andorra, Luxemburgo y Liechtenstein, y 23 millones ingresados en España. Después hubo otras operaciones bancarias de la familia Pujol que no hicieron más que confirmar los indicios policiales.

Unos datos que el juez pudo recabar gracias a la colaboración de los bancos BBVA, Santander, Lombard, Banca Rothschild y Credit Suisse. La Policía, según las fuentes consultadas, cree que Jordi Pujol hijo es la persona que se encarga de gestionar los fondos en el extranjero que antes administraba esa persona que Pujol padre no quiere identificar.

La existencia de fondos opacos de los Pujol en el extranjero saltó en 2012, durante la campaña de las últimas elecciones autonómicas en Cataluña, a raíz de una extraña investigación policial que el ministro del Interior no supo explicar de dónde procedía. El expresidente lo negó con vehemencia. «No tengo cuentas en el extranjero y duermo tranquilo», dijo entonces. «¿Qué coño es eso de la UDEF?», se preguntó enfadado cuando fue interrogado por la unidad policial que investigaba su entonces presunta fortuna en el extranjero. Hasta Oriol Pujol, entonces casi seguro delfín de Artur Mas, pidió «el amparo» de la Fiscalía porque él, sus padres y hermanos se sentían «indefensos» ante el «ensañamiento» de las informaciones injuriosas sobre su dinero.