La cola del tifón 'Matmo' derriba un avión en Taiwán

El sector de la aviación comercial ya estaba de luto por el derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, pero ayer el negro se oscureció todavía un poco más. El vuelo GE222 de la aerolínea taiwanesa TransAsia Airways, operado por un bimotor turbohélice ATR 72-600 de fabricación italo-francesa, se estrelló en una de las pequeñas islas del archipiélago de Penghu cuando trataba de aterrizar por segunda ocasión. A bordo viajaban 54 pasajeros -cuatro de ellos niños- y cuatro tripulantes. Según las últimas informaciones proporcionadas anoche por diferentes fuentes oficiales, el accidente se cobró la vida de al menos 47 personas, y 11 resultaron heridas. Afortunadamente, parece que no hubo que lamentar víctimas en los dos edificios contra los que se estrelló el aparato, que se desplomó desde unos 28 metros de altura y que, después de dos explosiones, quedó rápidamente envuelto en llamas.

Doscientos militares fueron rápidamente desplazados al lugar para ayudar en las operaciones de rescate, y los heridos fueron trasladados a los hospitales. Pero habrá que esperar al parte médico de hoy para conocer su estado. El presidente de la isla, Ma Ying-jeou, afirmó que «Taiwán está conmocionada» y ofreció toda la ayuda del Gobierno a supervivientes y familiares de las víctimas. Lo mismo hizo el presidente de la aerolínea, que pidió disculpas y prometió trasladar inmediatamente a la zona del accidente a los allegados de los pasajeros.

Meteorología adversa

Según las informaciones preliminares publicadas ayer por las autoridades taiwanesas, las condiciones meteorológicas eran muy adversas debido al efecto del tifón Matmo, razón por la que el vuelo despegó con retraso de la ciudad fabril de Kaohsiung. Era un vuelo corto, y solo media hora después el ATR trató de tomar tierra por primera vez en el aeropuerto de Magong. Se lo impidieron las rachas de viento cruzado y la fuerte lluvia, así que abortó la operación, hizo un 'go around', y contactó con la torre para solicitar permiso para un segundo intento. Poco después se perdió el contacto con el aparato.

Según diferentes testigos, al menos siete personas consiguieron arrastrarse fuera de los restos del fuselaje y fueron rescatadas por los residentes locales, aunque tal extremo no fue confirmado oficialmente ayer. Sí que se sabe que al menos una de las cajas negras fue recuperada en el lugar del siniestro, y se espera que las causas del accidente, en el que han podido influir también problemas no relacionados con la meteorología, se conozcan pronto. De momento, anoche la fuerte lluvia continuaba dificultando la operación de rescate de los cuerpos, algunos de los cuales habían quedado atrapados entre los restos del avión.