La Guardia Civil cree que el siniestro de Alicante se debió al reventón de un neumático

La investigación del accidente de la A-7 en Alicante en el que murieron el martes ocho personas ha establecido que cuatro de ellas pertenecen a la misma familia. Son el padre, la madre y dos hijos pequeños. El resto de los fallecidos son el conductor de la furgoneta y tres personas más, dos mujeres y un hombre. Todos ellos eran de nacionalidad rumana. La Guardia Civil y el consulado de este país ya han identificado a las víctimas y han contactado con sus familiares, a excepción de una de las fallecidas, que viajaba sola.

La hipótesis que manejan los investigadores indica que el camión que invadió el sentido contrario de la vía y colisionó frontalmente con la furgoneta pudo sufrir un reventón en uno de sus neumáticos, aunque las pesquisas continúan abiertas a falta de localizar y tomar declaración a otros conductores que fueron testigos del siniestro.

El conductor del camión se encuentra ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de la Ribera de Alzira, en Valencia. Permanece estable aunque dentro de la gravedad, tras ser trasladado a Valencia desde el centro hospitalario comarcal de Orihuela, en Alicante. El hombre, que dio negativo en el control de alcohol y drogas, fue encontrado a 20 metros del lugar del accidente. Aún no se conoce si salió del vehículo caminando para evitar abrasarse o si fue despedido como consecuencia de la brutalidad del impacto.

La furgoneta pertenece a una empresa que presta un servicio de desplazamiento desde el municipio almeriense de Roquetas de Mar hasta el aeropuerto de Manises, en Valencia, desde donde los fallecidos pretendían viajar a Rumanía.

Los familiares de las víctimas se están desplazando a Alicante, donde la Cruz Roja ha dispuesto un servicio de atención psicológica.