Economia

La economía toma impulso y crece un 0,5% en el segundo trimestre

El Banco de España también mejora las previsiones para 2014 y 2015 hasta el 1,3% y el 2%, pero advierte de la caída de la renta familiar

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La economía española sigue un ritmo pausado pero ascendente. En el segundo trimestre de 2014 el PIB tomó impulso y creció un 0,5% sobre el primer trimestre del año, lo que supone una décima más que entre enero y marzo, según adelantó ayer el Banco de España en su boletín mensual. De esta forma, ya son cuatro trimestres consecutivos de avance del PIB, que dejan la tasa interanual en el 1,1%. El organismo regulador señala la mejora de la demanda interna y la inversión como motores de ese incremento trimestral. Además, la entidad reconoce que la recuperación avanza más rápido de lo previsto, por lo que también revisa al alza sus estimaciones de crecimiento del PIB para 2014 y 2015 (1,3% y 2%, respectivamente, una y tres décimas más altas que las anteriores). Esto significa que sus proyecciones ya son más optimistas que las del Gobierno, que calcula un crecimiento del 1,2% del PIB para este año y del 1,8% para el siguiente.

«La recuperación continuó afianzándose de manera gradual en un entorno en el que prosiguió la normalización de las condiciones financieras y la mejoría del empleo y de la confianza», asegura el Banco de España. La entidad reguladora sostiene que el consumo y la inversión empresarial fueron el «principal soporte» del PIB en el segundo trimestre. Así, en su boletín destaca la «aceleración del gasto de las empresas» debido a la favorable evolución de la cartera de pedidos del exterior y la recuperación de la demanda interna, que creció en el segundo trimestre un 0,3%.

Precisamente, la aportación de la demanda exterior neta volvió a ser positiva (0,2 puntos porcentuales) como resultado de la recuperación de las exportaciones en el segundo trimestre tras un descenso en el primero. Sin embargo, el Banco de España también reconoce que la aportación de las exportaciones al PIB es cada vez menor: «Se observa una continuada pérdida de peso de la contribución de este componente al sostenimiento del gasto, algo más acusada de lo previsto». De hecho, hasta mayo las exportaciones solo crecieron un 0,8%, según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Economía.

El organismo regulador achaca este problema a la «relativa debilidad de algunos mercados exteriores», es decir, a los problemas de economías como Francia, Italia o Portugal, principales destinos de las ventas españolas. Esta tendencia ha provocado que el Banco de España reduzca en cinco décimas su previsión sobre el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios para este año hasta al 4,6%. Al mismo tiempo, la entidad reconoce el mayor peso de las importaciones gracias a la recuperación del gasto de los hogares y de las empresas. De esta manera también aumenta hasta el 4,7% la previsión de crecimiento de este indicador, tres décimas más que la anterior proyección. Todo esto supone un incremento del déficit comercial.

Creación de empleo

Por otra parte, el Banco de España también destaca el favorable comportamiento del empleo en estos meses, de manera que estima un aumento de la ocupación en términos netos, por tercer trimestre consecutivo, que supondría el retorno a una tasa interanual positiva (próxima al 0,4%) por primera vez en los últimos seis años. «La información sobre las afiliaciones a la Seguridad Social indica que la mejoría del empleo en la economía de mercado fue generalizada por ramas de actividad», explica en el boletín mensual. Además, subraya que los costes laborales muestran el mantenimiento de la moderación salarial.

Pero no todos los parámetros incluidos en el informe son positivos. El Banco de España recuerda que la renta disponible de las familias intensificó su caída -con datos hasta marzo-. De esta forma la tasa de ahorro descendió de forma brusca hasta el 9,4% en el acumulado de cuatro trimestres (frente al 10,4% anterior), lo que muestra «la comprometida situación patrimonial desde la que las familias encaran sus decisiones de gasto en los compases iniciales de la recuperación».

En cuanto a la inflación, el Banco de España subraya que en junio los precios crecieron un 0,1% y podrían experimentar una desaceleración adicional durante el verano, es decir, alcanzar cifras negativas. Su previsión es que el IPC acabe 2014 en el 0,1% -el Gobierno sostiene que terminará el año alrededor del 0,5%- y que se elevará hasta el 0,7% en 2015. Guarismos muy inferiores al objetivo del 2% marcado por el BCE.