Por lo general el alumbrado ha gustado este año y también que se mantenga la portada para realzar la entrada. :: C. C.
SAN FERNANDO

Feria de luces y sombra

La fiesta pone hoy punto y final con los mismos problemas de siempre y a la espera de que la próxima edición sea la de la recuperación del recinto Un año más, el Real solo brilla a partir de la medianoche

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Por el 2008 ya se escuchaba en todos los rincones del recinto ferial la palabra crisis. La explicación de que hubiera menos casetas, menos ambiente, menos gasto por familia siempre estaba acompañada por calificativos que hacían alusión a la recesión económica. Ahora en todos los medios se habla de recuperación, sin embargo este vocablo no cuaja todavía en La Magdalena, porque la Feria del Carmen y de la Sal arrastra los mismos problemas de antaño y de los últimos años. Ha habido pocos atisbos de esperanza, lo que no quiere decir que no exista, para revitalizar una fiesta que pierde algo de fuelle por año. Se nota en sus eventos oficiales, en sus grandes días, en sus jornadas normales. El ambiente decae y aunque ayer fuera uno de los días con más dificultades para andar por las calles del recinto, no era como en otros años.

El único día de mayor expectación fue el primero, que no compartía protagonismo con la proclamación de las salineras y sí lo hacía con el Día del Niño, con descuentos en atracciones y establecimientos. No es de extrañar que desde el Ayuntamiento se quiera estudiar la posibilidad de ampliarlo y que sean dos jornadas.

Batalla perdida

Lo que parece imposible es ganar terreno a la calor. Ha habido intentos en los últimos años con la colocación de dosificadores de agua (que ya han desaparecido), con nuevos materiales para reducir la temperatura en las casetas, con nuevas propuestas como la apuesta por el caballo, que precisamente hoy tiene su día, pero ninguno ha cuajado.

Es a partir de la medianoche cuando verdaderamente se siente que el recinto está lleno y el problema es que a las dos horas parece que se desinfla. Es decir que se posterga la llegada y se adelanta la salida. Esto ya no es un problema de altas temperaturas son otros síntomas.

Por parte de los consumidores hay quejas por la calidad de los productos, por ofertas engañosas y por el servicio. Por parte de los caseteros se han repetido las que tienen que ver con los enganches de luz y de demasiado celo a la hora de poner en marcha la nueva ordenanza, sobre todo respecto a la utilización de materiales y su condición de ignífugos.

Muchos puntos para revisar, pero ya para el año que viene, porque se pone el punto y final. Los fuegos cierran una nueva fiesta de luces y sombra, que también falta en el recinto. Lo bueno, lo dicho anteriormente sobre el Día del Niño y también como los caballos parecen asentarse en el ferial, cuando prácticamente se habían perdido, el aumento en el número de atracciones y que se ha conseguido frenar la caída en el número de casetas. Cosas por hacer y cosas por mantener, un trabajo que ya se debe prever de cara a la Feria del próximo año.