Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
César Alierta, presidente de Telefónica. :: KOTE RODRIGO / EFE
Economia

Telefónica cambia cromos en Europa para reforzarse en el mercado brasileño

La operadora, que acaba de emitir bonos para deshacerse del 7% de Telecom Italia, quiere aumentar el peso de Vivo en Latinoamérica

J. A. BRAVO
MADRID.Actualizado:

Telefónica tiene un plan para matar dos pájaros de un tiro y lo está siguiendo a pie juntillas. Ya ha empezado a vender activos que no le resultan estratégicos o, simplemente, no aportan el valor necesario a sus resultados para de esa forma, reducir en primer lugar su abultada deuda -que cerró el primer trimestre en 42.724 millones de euros- y, ya a medio plazo, reforzar su presencia en Latinoamérica, especialmente en Brasil.

Un claro ejemplo de ello -que no el único- ha sido el reciente lanzamiento de una emisión de bonos canjeables en acciones ordinarias de Telecom Italia, por un importe total de 750 millones de euros. Lo que en otros momentos no hubiera pasado de ser una operación financiera más esconde, en realidad, una jugada estratégica.

A principios de diciembre, el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) de Brasil -el organismo que vela por la competencia- instó a la multinacional que preside César Alierta a deshacerse de su participación en TIM Brasil, cuya matriz es Telecom Italia donde la operadora española controla el 14,75% -que, una vez ejecutado esos bonos (julio de 2017), quedará en la mitad- tras disolverse de forma pactada la sociedad que tenía con varias empresas locales. De lo contrario, Telefónica controlaría más de la mitad de ese mercado nacional gracias a su filial Vivo.

La medida era esperada tras las quejas del operador local Oi -cuya posible fusión con Portugal Telecom se ha complicado por la crisis del Banco Espirito Santo- y, sobre todo, de Claro, filial de la todopoderosa América Móvil del multimillonario mexicano Carlos Slim. No era la primera vez -ni será la última- que chocaba con Telefónica. De hecho, aquel esgrime que su rival español habría presionado a favor de la nueva regulación de México, con el fin de que su imperio -tanto en telefonía fija (Telmex) como en móvil (Telcel)- no supere el listón del 50% del mercado, frente al 75% que tiene ahora.

Slim ha optado finalmente por vender activos y recortar deuda, de manera que al mismo tiempo que reduce tamaño gana en músculo financiero. En la práctica, supone vender las filiales menos rentables para bajar cuota de mercado sin que por ello se resienta de forma especial su cuenta de resultados.

Vender... sin apenas perder

Es justo la estrategia que está siguiendo Telefónica, que ha logrado zafarse con relativo éxito de las, a priori, temibles condiciones de la Comisión Europea para aceptar su compra de E-Plus, la filial germana de la multinacional holandesa KPN. Finalmente le ha bastado con ceder un 30% de la capacidad de su red a terceros. Será a operadores virtuales y evitará así reforzar a sus rivales más directos en Alemania, como Vodafone o Deutsche Telekom. Y todo sin que apenas se resientan los números de una operación que le generará sinergias por valor de 5.000 millones de euros.

La noticia se produjo a principios de julio y, a comienzos de esta misma semana, se confirmaba el visto bueno de las autoridades regulatorias para cerrar la venta de su filial irlandesa (O2) al grupo Hutchinson por 850 millones. De nuevo, más recursos (780 millones los recibirá este año) para cumplir su objetivo de terminar 2014 con una deuda inferior a los 40.000 millones, frente a los 51.259 millones con que cerró el pasado ejercicio.

Si nos remontamos más atrás, a principios de año cerró la venta de su filial checa por 2.467 millones, aunque mantiene casi un 5% y seguirá como socio industrial. Ya en 2013, traspasó el 40% de sus activos en Centroamérica por 380 millones y, a su vez, su negocio de banda ancha en Reino Unido por otros 200 millones.

Alierta lo dejó claro en la última junta de accionistas: saldrán de los sitios que no les den mucho valor para reforzarse en aquellos con mejores perspectivas. Irlanda, por ejemplo, apenas aportaba el 1% de sus ingresos; Brasil, por el contrario, suma el 77% de su negocio en Latinoamérica... y continua al alza.