Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
El ministro de Economía, Luis de Guindos, saluda a su homólogo holandés, Jeroen Dijsselbloem. :: R. C.
Economia

Holanda tiene la llave del Eurogrupo

España tendría atado el puesto para De Guindos pero tiene dos obstáculos: Dijsselbloem y las elecciones generales

ADOLFO LORENTE CORRESPONSAL
BRUSELAS.Actualizado:

Quizá sea porque es demasiado previsible, pero en el arte de descolocar a los corresponsales de Bruselas, Mariano Rajoy no tiene rival cuando se habla del Eurogrupo, el codiciado trofeo con el que España quiere volver a la cúpula económica de la UE de la mano del ministro Luis de Guindos. 27 de junio: «Ha hecho una brillantísima gestión y claro que me gustaría que tuviera responsabilidades importantes; he detectado que hay una buena opinión hacia su persona pero prefiero no adelantar acontecimientos aunque creo que acabo de hacerlo», sonrió. Matiz importante: el presidente del Gobierno jamás da puntada sin hilo. 16 de julio, seis de la tarde, llegada a la cumbre europea para designar nuevos cargos: «En principio, ese tema hoy no se trata». 1.15 horas, a la salida: ¿Tiene ya los apoyos necesarios en el Consejo Europeo para lograrlo? «Espero que sí... -admitía en tono algo cansado- pero ya dije antes que el tema no se trataba».

¿Qué sucede? ¿Cómo están realmente las negociaciones cuando desde España se aseguraba que era más que posible que la noche del 16 De Guindos fuera ya confirmado para el puesto? El sudoku es complejo. Sobre el papel, el Gobierno tiene las de ganar pero el problema es que para hacerlo depende de terceros y eso, sobre todo en Europa, inquieta. Y mucho. El Eurogrupo, un órgano creado en 2005 donde se reúnen los ministros de Finanzas de la moneda única (18 países), está presidido por Jeroen Dijsselbloem, homólogo holandés de De Guindos. Y aquí el primer y principal contratiempo: tomó posesión en enero de 2013 y no finaliza mandato hasta julio de 2015. O renuncia o España tiene un problema, porque es muy improbable que se le vaya a echar, admiten fuentes diplomáticas.

La hoja de ruta de Moncloa tiene varias sendas abiertas. La sencilla es que Dijsselbloem sea elegido para ocupar la cartera holandesa en la nueva Comisión de Jean-Claude Juncker, que ya ha asegurado que el comisario de Asuntos Económicos será un socialista. Él lo es, pero también Pierre Moscovici, la apuesta de Francia. De momento, en Ámsterdam guardan silencio, aunque fuentes de toda solvencia señalan que el primer ministro, Mark Rutte, tiene pensado apostar por una mujer si finalmente Juncker promete grandes carteras a cambio de proponerlas a ellas -hay un grave problema de paridad que escondiciona los nombramientos- en vez de a ellos. Rajoy, por su parte, sigue en sus trece de promocionar al exministro Miguel Arias Cañete.

¿Y si Dijsselbloem no es comisario, sigue de ministro y, por ende, de presidente del Eurogrupo? Pues entonces, todo se complica sobremanera. Una de las variables que aún maneja el Gobierno, pero ya a medio plazo, es que se crease una presidencia permanente. Su titular se dedicaría al puesto a tiempo completo en vez de compatibilizarlo, como ahora. Es la opción ideal porque evitarían depender de vaivenes políticos. De Guindos, pase lo que pase en las elecciones generales de 2015, seguiría. Ahora bien, Alemania no es partidaria de esta opción, por lo menos de momento.

Nadie duda de que en julio de 2015, cuando los 18 países del euro tengan que votar a un nuevo presidente del Eurogrupo, lo harán por España de forma abrumadora. Esta partida está ganada, asegura una alta fuente diplomática. Sobre todo porque nadie más se ha interesado por el puesto a diferencia del Consejo Europeo o la Alta Representación Exterior. Sin contrincante todo es más sencillo.

El problema al que se enfrenta el presidente es de 'timing' político, de una convocatoria de elecciones generales que se producirá, teóricamente, en otoño del próximo año y que podría condicionar todo. Y es que «es muy poco probable que la 'zona euro' se arriesgue a nominar a un presidente que podría estar sólo unos meses en el cargo», apuntan fuentes comunitarias. Porque si De Guindos es elegido y en noviembre el PP no consigue permanecer en el Gobierno, la presidencia del Eurogrupo volvería a votarse porque no tomaría el relevo el nuevo ministro de Economía.

Un escenario no muy favorable para España porque es difícil que la poderosa 'triple A', con Alemania a la cabeza, acceda a cederle el Eurogrupo a un Ejecutivo que no sea conservador. No hay que olvidar que el país sigue bajo vigilancia de los llamados 'hombres de negro' de la 'troika' y que hace siete meses aún estaba vigente el rescate financiero de 41.300 millones. Llegados a este punto, Rajoy echaría el resto para convencer en Berlín de que es vital crear la presidencia permanente. Y hacerlo, eso sí, antes de las elecciones generales de 2015.

Más hipótesis. Otra de las alternativas que han surgido en las últimas horas es que Jeroen Dijsselbloem sea elegido en enero de 2015 responsable del Mecanismo Único de Resolución (MUR), que se encargará de liquidar entidades financieras problemáticas. De hacerlo, el camino quedaría despejado. Sin embargo, desde Holanda, sostienen que «no hay nada de nada». El ministro «está muy contento como está», apuntan fuentes de su gabinete. Ellos tienen la llave del Eurogrupo. A España, sólo le queda esperar.