De las 10.000 personas que hay en España con retinosis pigmentaria, una enfermedad degenerativa que inutiliza la retina hasta dejar ciega a la persona sin posibilidad de cura, no todas podrían tener una segunda oportunidad gracias a la visión artificial.
El doctor Jeromi Nadal, del Centro Oftalmológico Barraquer, explica que el candidato debe cumplir una serie de condiciones: tener entre 25 y 70 años, cumplir con las condiciones físicas que le permitan someterse a una operación con anestesia general, tener un nervio óptico bien conservado desde el punto de vista anatómico y, sobre todo, no ver nada.
El grado de percepción óptica que debe tener la persona no debe superar la posibilidad única de distinguir si es de día o de noche. Sobre esto último, no todas las personas que sufren la enfermedad se encuentran en la misma fase de evolución de la misma.
Por otra parte, y no menos importante, existe un factor psicológico que se tiene muy en cuenta. La actitud, el carácter y la verdadera personalidad del candidato son factores decisivos para que no fracase en el reto de adaptarse a un nuevo mundo. En el caso de Aurora Castillo, la primera española en beneficiarse de esta técnica, fue su gran baza.