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Los trajes de gitana se hacen protagonista en el recinto ferial :: C. C.
SAN FERNANDO

La Feria tiene nombre de mujer

El Día de la Mujer es la única jornada de la fiesta que se vive con el sol en lo más alto sin importar las altas temperaturas

CARLOS CHERBUY sanfernando@lavozdigital.es
SAN FERNANDO.Actualizado:

La Feria tiene nombre de mujer. Por ello el recinto se siente cómodo cuando se entrega a las isleñas. Un año más lo volvió a hacer en la única jornada en la que no importa la temperatura, la falta de sombra, lo alto que esté el sol. En la que lo único que vale es el pasárselo bien.

El aire que corre del vuelo de los volantes es suficiente para ellas. La bandera de la fiesta se hace con lunares y el ritmo se marca al paso de los tacones. Reinan sin corona porque les vale con un recogido y una peineta. Y de perfume nada mejor que una flor en el pelo. Mujeres, gitanas, flamencas, amazonas, la descripción da igual, sea como sea la fiesta es suya.

Los problemas quedan de la portada para fuera, volverán cuando salgan de ese ratito que les da vida, oxígeno, que se hace demasiado corto entre carcajadas. Nietas, madres, tías, abuelas, hermanas, hijas o amigas. Cuantas más mejor. Un reencuentro esperado, una cita marcada en el calendario, una fiesta de recuerdos, un día para la mujer.

Y lo cierto es que en años anteriores el ambiente era más animado desde más temprano. Cada vez cuesta un poco más y el goteo de mujeres entrando se prolonga en el tiempo. Esta vez hasta las tres no había gran ambiente en las casetas. Algunas con mejor aspecto, otras con peor y otras cerradas. Queda mucho trabajo por hacer para que la Feria del Carmen y de la Sal vuelva a ser una fiesta de referencia como antaño.

Degustaciones, ofertas y animaciones. Música en directo desde las tres de la tarde. Los caseteros apuestan por esta jornada y las mujeres responden. Y la Feria no abre a las ocho o nueve de la tarde porque no cierra. Lo flamenco impera, las sevillanas, los bailes. Sin lugar a dudas los caseteros firmarían todas las jornadas como la de la mujer.

Pero la Feria del Carmen y la Sal tampoco es fácil de conquistar y el calor de sus jornadas es demasiado pegajoso como para derribarla. Desde hace años se busca esa fórmula para conseguir arrancar horas al reloj, arañar tiempo a la fiesta, atraer visitantes, pero aún no se ha encontrado. Por ello cobra mayor protagonismo el Día de la Mujer, porque se sale de lo habitual, es otro ambiente, otro color, otra luz, otra forma de vivir una fiesta que prefiere acompañarse de la luna.

Y por ello más que el ocaso enfila su amanecer con las últimas jornadas de la Feria, quedando menos para que llegue de nuevo una de las fiestas más esperadas por los isleños. Ahora toca el fin de semana, el momento para compartir La Magdalena con el resto de la Bahía.