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El personal de Malaysia Airlines cerró sus mostradores en el aeropuerto de Kuala Lumpur. :: OLIVIA HARRIS / REUTERS
MUNDO

Un misil contra Malaysia Airlines

La pérdida del MH17 se suma al misterio del vuelo desaparecido y podría hundir a una aerolínea con graves problemas financieros

ZIGOR ALDAMA
SHANGHÁI.Actualizado:

La pérdida de un avión siempre se convierte en un mazazo económico para la aerolínea que lo operaba. Más aún si desaparece envuelto en uno de los mayores misterios de la aviación civil, como es el caso del vuelo de Malaysia Airlines MH370 que se desvaneció sin dejar ningún rastro el pasado 8 de marzo. Pero el problema puede ser devastador si, como sucedió ayer, la compañía pierde dos aparatos en el transcurso de poco más de cuatro meses. Y eso es lo que le ha sucedido a la aerolínea de bandera del país asiático.

Independientemente de las causas por las que ayer cayó en Ucrania el vuelo MH17, y aunque es posible que ninguna de las dos aeronaves siniestradas haya sufrido problema mecánico o humano achacable a Malaysia Airlines, la empresa se ha convertido en sinónimo de terror. Si a eso se suma que ya sufría graves turbulencias financieras -con pérdidas por valor de varias decenas de millones de euros- antes incluso de la desaparición del aparato que cubría la ruta entre Kuala Lumpur y Pekín, el futuro de esta empresa pública pende ahora de un hilo.

Curiosamente, se trata de una de las compañías aéreas mejor valoradas por los viajeros, que le han otorgado en varias ocasiones las cinco estrellas de Skytrax, la encuesta más respetada del sector, por su excelente servicio a bordo y su puntualidad. Además, ambos aviones eran del mismo modelo, el Boeing 777-200, que es considerado uno de los más seguros del mundo y que se ha convertido en uno de los más utilizados en vuelos intercontinentales. Por eso, no han tardado en aparecer quienes buscan en lo divino la razón de la mala suerte de Malaysia Airlines.

Ayer la empresa se limitó a informar de la pérdida del avión y a lamentar la muerte de quienes volaban a bordo. En las redes sociales empezaron a sucederse los mensajes en los que mucha gente expresaba su consternación por lo ocurrido. «Espero que no sea verdad. Dios, salva a tus hijos», escribió en Twitter Maira Elizabeth Nari, hija del jefe de los asistentes del vuelo siniestrado, pidiendo a sus conciudadanos que no diseminasen rumores por respeto a los familiares.

Sin duda, es pronto todavía para avanzar el impacto que tendrá este segundo suceso, que se suma al que todavía no tiene respuesta: más de cuatro meses después de su desaparición del radar, el MH370 todavía no ha aparecido por ninguna parte. Y ni siquiera se sabe qué pudo suceder a bordo. Aparentemente, será más fácil dilucidar lo ocurrido en el caso del MH17, aunque las consecuencias, si se determina que fue derribado por uno u otro bando en la contienda que enfrenta a Rusia y Ucrania, podrían ser mucho peores.