Un gen permite crear un marcapasos biológico en cerdos
Es el primer paso en las terapias genéticas para lograr un sustituto natural a los electrónicos
WASHINGTON.Actualizado:Un estudio con animales demostró que introducir un determinado tipo de gen en el músculo cardíaco podría ayudar a que un corazón debilitado lata más intensamente. Los científicos afirmaron que si se demuestra que es seguro y efectivo en humanos, el procedimiento podría reemplazar en el futuro a los marcapasos electrónicos, aunque agregaron que tal posibilidad aún está lejos. «Estos desarrollos presagian una nueva era de terapias genéticas, en la que los genes no se usan solo para corregir una afección, sino para convertir un tipo de célula en otro para tratar una enfermedad», dijo Eduardo Marbán, director de la Cedars-Sinai Heart Institute.
La terapia genética es considerada desde hace mucho tiempo un campo prometedor pero con mucho riesgo después de que los primeros intentos de usarla en personas en los años 90 mostraran que podía ser peligrosa e incluso letal. El estudio, publicado en la revista Science Translation Medicine, da detalles de una terapia que consiste, entre otras cosas, en introducir un gen conocido como TBX18 en un área del tamaño de un grano de pimienta en las cámaras de bombeo del corazón. El gen convierte a algunas de las células del corazón en células de otro tipo, llamadas células sinoatriales, que asumen la función de bombeo. «Creamos un nuevo nodo sinoatrial en la parte del corazón que habitualmente propaga el impulso pero no lo origina», declaró Marbán. «El nuevo nodo creado asume entonces la función de un marcapasos», aseguró.
Este enfoque mínimamente invasivo fue probado en cerdos que padecían un estado conocido como bloqueo cardíaco completo, un mal severo que afecta al sistema eléctrico del corazón y produce un latido irregular. Al día siguiente, los cerdos a los que se les introdujo el gen mostraron latidos del corazón significativamente más rápidos que en aquellos que no recibieron el tratamiento. Funcionó en animales durante las dos semanas que duró la investigación.