Rajoy maniobra para llevarse el Eurogrupo
El presidente español buscaba anoche en Bruselas colocar a De Guindos en la cúpula económica de la UE en pleno baile de cargos
BRUSELAS.Actualizado:El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, comenzó ayer en Bruselas su primer gran examen político europeo (rescates financieros al margen) con un claro objetivo: conseguir sí o sí la presidencia del Eurogrupo, el consejo de los 18 ministros de Finanzas de la moneda única. Un tanto de indudable valor que supondría el retorno de España a la cúpula económica de la UE después de que en 2012 perdiera su histórico asiento en el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) como consecuencia del rescate financiero de 41.300 millones. Anoche, al cierre de esta edición, Rajoy maniobraba ante sus colegas comunitarios para garantizar que su ministro del ramo, Luis de Guindos, sea el próximo presidente del Eurogrupo, un hecho que en círculos diplomáticos se ve «muy encarrilado».
Mariano Rajoy, sin embargo, se mostró especialmente cauto pese a que Moncloa lleva días asegurando en privado que el caramelo está a punto de conseguirse. «En principio hoy (por ayer) no se va a hablar del Eurogrupo. Lo más urgente es el nombramiento del Alto Representante y también si se puede al presidente del Consejo Europeo», aseguró a su llegada a la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno. Lo hizo a las seis de la tarde, minutos antes de reunirse con el nuevo presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker para empezar a negociar la cartera que en teoría le corresponderá a Miguel Arias Cañete, apuesta de Rajoy para ser el nuevo comisario español en sustitución de Joaquín Almunia.
A esa hora, a las 18.00 horas estaba previsto el inicio de una cumbre que se retrasó finalmente dos horas para facilitar los contactos bilaterales entre líderes, un trabajo de cocina demasiado complejo. Tanto, que no eran pocos quienes dejaron entrever la posibilidad de que se celebre otra cumbre la semana que viene para cerrar todos los cargos electos «por unanimidad».
El que más urge es el de la Alta Representación Exterior, designar a la persona que sustituirá a la británica Catherine Ashton a partir del 1 de noviembre. El otro en juego es la presidencia de Consejo, ahora en manos del belga Herman van Rompuy y que abandona el cargo el 30 de noviembre. Ya avanzada la noche, los nombres que más sonaban era el de la ministra italiana de Exteriores, Federica Mogherini (que tiene el rechazo frontal de los países del Este por la tibieza de Roma con Rusia), y el de la comisaria búlgara de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva. Su hándicap, que es conservadora y los socialistas europeos exigen esta cartera por haber apoyado a Juncker.
También reclaman la presidencia del Consejo, puesto para el que parte con cierta ventaja la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, que ayer, sin embargo, aseguró que «no soy candidata, no tengo nada más que añadir». Es socialista, es la opción que más convence al primer ministro británico, David Cameron (la UE busca contentarle para limar asperezas), pero su país no forma parte del euro. Pese a todo, anoche seguía siendo la opción número uno. Entre los planes B, destacan el primer ministro polaco, Donald Tusk o el irlandés, Enda Kenny, ambos de la familia del PP europeo. El «candidato ideal» para Merkel sería el liberal holandés, Mark Rutte, pero éste no parece estar muy por la labor.
La hoja de ruta española
Muy al estilo Rajoy, ni en uno ni en otro puesto España ha planteado mayores objeciones. El objetivo es claro, pasar de puntillas fiándolo todo a quedarse con el Eurogrupo. De hecho, una alta fuente diplomática aseguró que en las últimas semanas esta opción se daba casi por hecha al no existir mayor competencia entre los países. Sin embargo, hay varios obstáculos por el camino. El primero y principal, que el actual presidente, el holandés Jeroen Dijsselbloem no termina mandato hasta julio del próximo año. Es decir, que o le echan del cargo -imposible- o se va 'motu proprio' en cuestión de semanas para ser el comisario holandés en el Ejecutivo de Juncker. Todas las quinielas dicen que será el futuro titular de Asuntos Económicos, el nuevo Olli Rehn comunitario. Pero Holanda sigue sin despejar la incógnita, lo que complica la estrategia española.
El escenario perfecto de Rajoy pasa por hacerse ya con el Eurogrupo y hacerlo además, con la creación de una presidencia permanente que dé mucho más caché al puesto. De momento, todo apunta a que quedará como hasta ahora. Es decir, una presidencia a tiempo parcial en la que su titular debe compaginas las funciones estatales con las europeas.
En uno u otro escenario, lo que España busca, aseguran fuentes diplomáticas, es que de una u otra forma quede constancia a nivel europeo de que el próximo presidente será Luis de Guindos. El tiempo y los procedimientos ya se irían definiendo en las próximas semanas. Lo que importa es el compromiso político, la operación retorno a la cúpula económica de la UE, lanzar un mensaje de que la recuperación económica ha llegado a España para quedarse y que el castigo del rescate ya es historia.