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Adiós al último fundador de los Ramones

Thomas Erdevi, Tommy, era el músico más experimentado de la banda y el que ejerció de portavoz, mánager y productor

ANTONIO PANIAGUA
MADRID.Actualizado:

Tommy Ramone, el último superviviente de los Ramones originales, murió el viernes de cáncer en su casa de Nueva York. Con él se va un grupo decisivo del punk, una banda cuyo prestigio crece con el paso del tiempo. Su rock elemental, potente y breve inspiró a grupos como Nirvana, Sex Pistols o Green Day. Su estilo devastador y volcánico se tradujo en una legión de imitadores, mientras que su logo es uno de los más reproducidos. Se hacían llamar como hermanos aunque algunos de ellos se llevaban a matar. Muertos todos los miembros fundadores, los Ramones siguen vendiendo más camisetas que nadie, si bien muchas de ellas son piratas.

Joey Ramone cayó víctima de un linfoma en 2001; a Dee Dee, el bajista, le fulminó una sobredosis unos meses después; el siguiente en perecer fue Johnny, muerto también por culpa del cáncer. Solo quedaba Tommy, el batería, representante y coproductor a partir de su segundo elepé ('Leave Home', 1977). Dentro de la rara estirpe ramoniana, Tommy era el más sensato, el que conocía los entresijos del negocio de la música y el que hacía de interlocutor con la discográfica del grupo, Sire Records.

Tommy Ramone hizo de la necesidad virtud y agarró las baquetas cuando Jeffrey Hyman, alias Joey Ramone, demostró su incapacidad para seguir a una banda que tocaba a la velocidad del rayo. Por consejo de Tommy, Joey dejó la percusión para encaramarse al micrófono como vocalista, en sustitución de Douglas Colvin, compositor de muchas piezas del grupo.

Pese a que el primer batería no sabía montar el taburete y el bajista hizo trizas su instrumento de forma no deliberada, los Ramones son los padres de himnos del rock como 'Blitzkrieg Bop' (Ataque relámpago), cuyos acordes deben muchos a la inspiración de Tommy Ramone, o 'Now I Wanna Snif Some Glue' (Ahora quiero esnifar algo de cola). Como se ve, lo suyo eran las letras obscenas y una música chirriante frente a las pulidas melodías a que llevaban bandas como los Eagles o Boston.

El nombre verdadero de Tommy era Thomas Erdevi. Hijo de unos judíos que habían escapado del exterminio nazi, nació el 29 de enero de 1949 en Budapest. La familia emigró a Estados Unidos en 1956 y se afincó en Forest Hills. De todos los Ramones, Tommy era el que poseía la formación musical más completa. No en vano, era un técnico de grabación experimentado que había trabajado para Jimi Hendrix, el grupo hippy Mountain y el pianista de jazz-fusión y funk Herbie Hancock.

Sus letras eran concisas, repetitivas y trufadas de la cultura basura. «Tocamos canciones cortas y conciertos cortos para gente que no tiene mucho tiempo libre», decía el chico bueno del grupo, cuya presencia se hizo imprescindible para resolver entuertos y los numerosos conflictos en que se enzarzaban los miembros de la banda. Al lado de sus compañeros, paranoicos e inmaduros, Tommy era todo un señor.

No vendieron demasiados discos, al tiempo que los problemas con el alcohol y las drogas se agudizaron. Joey y Johnny se aborrecían desde que la novia del primero empezó a salir con éste, de modo que no se hablaron en 20 años. Pero, con todo, aguantaron juntos hasta 1996. Tommy, que ejercía de portavoz, abandonó la banda mucho antes y legó los palillos en 1978 a Marc Bell, rebautizado como Marky Ramone. Es una paradoja, pero los Ramones tuvieron más éxito en Europa que en Estados Unidos, donde la radio siempre fue remisa a emitir sus canciones. Sin embargo, desde que ingresaron en el Hall of Fame del Rock'n'roll la cosa cambió.

Tommy Ramone hizo de coproductor de dos álbumes más, 'Rocket to Russia (1977) y 'Road to ruin' (1978).