Apuntes

Mano de obra para Navantia

El fantasma de la reconversión de los astilleros y el cierre de factorías se alejan con la nueva carga de trabajo que se avecina. Todo apunta a que aumentará la contratación en el sector industrial

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La situación de los astilleros españoles ha mejorado notablemente tras la confirmación de los últimos contratos. No son suficientes para garantizar su futuro pero, al menos, aportan ese tránsito necesario hasta la llegada de una carga de trabajo más abundante y continuada en el tiempo. El que ha sido presidente del Comité Intercentros de Navantia durante los últimos trece meses, el isleño José Antonio Oliva, ha descartado una posible reconversión en el sector naval. Al contrario. Se muestra optimista y esperanzado y augura un aumento de la plantilla para sacar adelante el trabajo. Navantia ha superado una de sus etapas más negras con la paralización casi total de las plantas gallegas y gaditanas. El Gobierno de España ha aguantado el tipo pagando la nómina de los 5.500 empleados de Navantia sin tener carga de trabajo. Parece que los nubarrones se alejan ahora y florecen los primeros contratos. Oliva reconoce que el acuerdo con Iberdrola para construir las estructuras metálicas para un parque eólico-marino en Alemania abre la puerta al negocio offshore, mientras que la adjudicación de los dos BAM de la Armada permiten ganar tiempo a la espera de los contratos internacionales de construcción militar. La tercera pata del banco la compone el quinto gasero de Gas Natural. Este nuevo panorama, según los propios portavoces sindicales, hace inviable la aplicación de medidas de ajuste, sin embargo, en la hoja de ruta de las grandes multinacionales, el mejor ejemplo lo encontramos en Airbus, se aprovecha la época de bonanza para ajustar sus cadenas de producción y hacerlas más competitivas para cuando regresen las vacas flacas.