Los pequeños valores, los más castigados tras el fraude
El escándalo de Gowex ha tenido un mayor impacto en los índices que agrupan a las pequeñas y medianas empresas
MADRID. Actualizado: GuardarLas caídas que ha sufrido el Ibex-35 en las últimas sesiones no han sido por Gowex. Los mercados han sido mucho más vulnerables a las incertidumbres previas a la publicación de los resultados y los problemas financieros de Portugal. Pero eso no significa que el fraude protagonizado por la tecnológica no se haya dejado sentir en el mercado. El inversor más observador se ha podido dar cuenta de la especial debilidad mostrada, no sólo por BME, sino también por los pequeños valores de la Bolsa española. Y, según los analistas, ésta no será la única consecuencia que tendrá. Puede mermar la confianza en España y cambiar los hábitos de quienes invierten en Bolsa. Y ello no tiene por qué ser negativo.
Confianza en el mercado español. ¿Mermará el fraude perpetrado por Jenaro García la confianza de los inversores internacionales en España después de todo lo que ha costado recuperarla? Ramón Forcada, de Bankinter, comenta: «Me temo que bueno no es porque pone en cuestión la fiabilidad de las cuentas españolas. Es cierto que Gowex es una empresa pequeña, pero ha tenido gran repercusión». Financial Times, el medio económico más influyente, ponía el foco en el riesgo reputacional de España. Sobre todo porque el de Gowex era el segundo escándalo de estas características después del de Pescanova. Pero los expertos de Atl Capital, por su parte, resaltan que la propia firma que contribuyó a destapar el escándalo, Gotham, ha afirmado que el de la tecnológica es un caso aislado en nuestro país.
El MAB, en cuestión. El síntoma de que el Mercado Alternativo Bursátil puede estar en cuestión es que hay cuatro de sus compañías que han pedido el traslado al Mercado Continuo. Y que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha anunciado que en este mercado no podrán cotizar empresas de una capitalización superior a los 500 millones de euros. Aunque tampoco está demasiado claro que las empresas del MAB estén en duda, porque, tras las primeras caídas, algunas compañías se recuperaron con fuerza. Secuoya, Eurona, Medcomtech, Euroespes y Ebioss cierran la semana en verde.
Castigo a todas las pequeñas compañías de la Bolsa. A tenor del gráfico sobre estas líneas, podemos sacar la conclusión de que el Ibex Small Cap, el indicador en el que cotizan las empresas de menor capitalización de la Bolsa española, puede sufrir los efectos colaterales del fraude. Josep Monsó, de GVC Gaesco, transmite dos ideas. En primer lugar, que, a partir de ahora es probable que los inversores apliquen unas primas de riesgo más elevadas a las compañías pequeñas, que ello desemboque en un aumento de las exigencias sobre estas empresas y, por tanto, se ponga freno a su potencial de revalorización. Aunque, en segundo lugar, comenta que los recortes de las últimas sesiones responden a una recogida de beneficios para la que Gowex ha sido sólo una excusa. Porque, como señala Natalia Aguirre, de Renta 4, las caídas se ceban con los pequeños valores porque habían sido éstos también los que más habían subido.
Diversificación. Como dice David Navarro, de Inversis, lo que sufren los inversores no depende de la compañía, sino de la asignación de activos. De la política de diversificación. Según Ignacio Cantos, de Atl Capital, evitar un fraude es imposible. Lo único que puede hacer el inversor es reducir su impacto en la cartera. Diversificando. En la de Ignacio Cantos, los valores que considera más atractivos sólo tienen un peso del 3%. Pero esto tiene un inconveniente. Según Josep Monsó, este tipo de acontecimientos provocan que los inversores diversifiquen más de lo que desearían, diluyan la participación de los valores que realmente les gusta en las carteras. Hay 'traders' que, por principio, no invierten en pequeñas compañías. Eduardo Bolinches, de Bolsacash, invierte, sobre todo, en índices. Cuando lo hace en acciones, escoge las grandes. El modo de diluir el riesgo también pasa por escoger un buen fondo de inversión. Aunque los gestores se pueden equivocar en sus apuestas.
Conciencia de en qué se invierte. En principio, no hemos de aplicar vetos a ningún tipo de empresa. Simplemente, hay que saber en qué se invierte. Y no hacerlo, como los clásicos, en empresas cuyo modelo de negocio no se comprenda. Como explica Navarro, un inversor puede apostar por una compañía que factura, pero no tiene beneficios. Ha de tener claro, en este caso, que sólo compra expectativas, que actúa, como dice Alfonso de Gregorio, de Gesconsult, con la filosofía del capital riesgo. Y, como muestra del peligro de este tipo de inversión, algo que resalta Javier Flores, de Asinver: la gran mortalidad que sufren las empresas del Mercado Alternativo Bursátil.
Mayor prudencia. Más diversificación y, también, mayor prudencia. Los expertos de Atl Capital comentan que lo de Gowex puede ser una llamada de atención contra la imprudencia a la que a veces lleva la enorme liquidez existente en el mercado. En estas circunstancias, muchas veces nos encontramos con unos inversores codiciosos y una administración perezosa.
Profesionalización de la inversión. Una administración perezosa y una auditoría que no cumple con su papel fiscalizador. Por ejemplo, llamando a los clientes que declara la compañía, como sugiere Forcada, para certificar la existencia de ingresos. Y no es un problema de que la auditora sea grande o pequeña. Porque Arthur Andersen acabó tras el escándalo Enron. Ante estos fraudes, muchos expertos consideran que, a partir de ahora, los inversores se fijarán más en las auditoras. Y, posiblemente, también en el perfil de los analistas que emitan sus precios objetivos, porque, como dice Flores, hay recomendaciones interesadas. Así, a los inversores minoristas les recomiendan los valores más seguidos por los analistas. Aunque los propios ahorradores pueden adoptar alguna de las rutinas de los gestores, como leer muchos análisis y evaluar el accionariado.