John Kerry, junto al virtual ganador de las presidenciales afganas, Ashraf Gani. :: AFP
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EE UU, incapaz de encontrar una solución a la crisis política afgana

John Kerry no logra convencer al perdedor de las presidenciales de que acepte el recuento de votos propuesto por la ONU

KABUL. Actualizado: Guardar
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La misión diplomática encomendada al secretario de Estado de EE UU, John Kerry, en Kabul no parece haber acercado posturas entre los candidatos a la presidencia de Afganistán. El enfrentamiento entre Abdulá Abdulá, el favorito tras imponerse en la primera vuelta por un amplio margen, y Ashraf Gani, a quien el recuento provisional de la segunda vuelta hace ganador con un 56% de los votos, sigue enquistado y amenaza con provocar la partición del país.

«Estamos en un momento muy crítico para Afganistán. La legitimidad de las elecciones está cuestionada y el futuro de la transición está en el alambre, por lo que tenemos mucho trabajo por hacer», señaló Kerry. El principal objetivo es llegar a un acuerdo sobre el alcance de los votos que presuntamente son fraudulentos, como reconoció incluso el presidente de la Comisión Electoral Independiente, Ahmad Yusuf Nuristani, cuando anunció los resultados preliminares. Sin embargo, la auditoría propuesta por la ONU para revisar las papeletas de 8.000 colegios fue rechazada ayer por Abdulá durante la reunión que mantuvo con Kerry.

Según explicó a Efe un portavoz de Abdulá, Ahmad Oriyakhail, el candidato definió como «inaceptable» una auditoría que abarcaría 3.000 centros menos que los que propuso su partido, por lo que no cubrirían a su juicio todos los votos fraudulentos. Abdulá había propuesto además que la auditoría la realizaran observadores internacionales y la misión de la ONU en Afganistán (Unama), pero el acuerdo aceptado ya por el presidente saliente, Hamid Karzai, y por Ashraf Ghani, dejaría esa labor en manos de los organismos electorales afganos, en los que Abdulá no confía.

Un portavoz de Gani, Daud Sultanzoi, afirmó que su partido sí aceptaba la propuesta de la ONU de auditar 3,5 millones de votos (un 44% del total) depositados el pasado 14 de junio, un proceso de revisión que debería ser «intensivo y amplio». El portavoz de Gani aseguró también que Karzai aprobó la revisión de votos, pero la negativa de Abdulá deja a Kerry en una encrucijada.

El jefe de la diplomacia estadounidense mantuvo reuniones durante la mañana con el representante de la ONU en Afganistán, Ján Kubis, con Karzai y con Gani, y por la tarde hizo lo propio con Abdulá en su residencia en Kabul. El presidente estadounidense, Barack Obama, telefoneó el lunes a Abdulá tras conocer su rechazo a los resultados y le recordó que la ayuda de EE UU a Afganistán está en juego si Washington detecta «violencia o medidas extraconstitucionales» para acceder al poder.

Miedo a una guerra civil

Karzai, en tono reconciliador, se mostró favorable a través de un comunicado a aceptar cualquier solución a la crisis electoral que se vive en Afganistán siempre que se enmarque dentro de la «legislación afgana y los candidatos se comprometan a respaldarlo».

Después de 13 años en la presidencia y sin la posibilidad de presentarse a un tercer mandato de acuerdo con la Constitución, Karzai aseguró que se están llevando a cabo los preparativos para que, según el calendario previsto, el nuevo mandatario del país tome posesión del cargo el 2 de agosto.