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Jaume Matas posa frente al polémico velódromo Palma Arena durante su etapa como presidente de Baleares. :: REUTERS
ESPAÑA

Jaume Matas se convierte en el primer ministro del PP que entrará en la cárcel

El Gobierno rechaza su indulto y le manda a prisión nueves meses, su primera condena del calvario judicial que aguarda al expresidente

MELCHOR SÁIZ-PARDO
MADRID.Actualizado:

No será el primer ministro de la democracia en terminar entre rejas porque ese dudoso honor corresponde al socialista José Barrionuevo por el 'caso Marey'. Tampoco será el primer presidente autonómico que da con sus huesos en la cárcel porque antes estuvo el dirigente socialista navarro Gabriel Urralburu por el cobro de millonarias comisiones. Pero Jaume Matas sí que se convertirá antes de dos semanas en el primer ministro del Partido Popular que pisa una celda.

El Gobierno, muy criticadopor haber concedido indultos a corruptos y que se había comprometido a no dar una sola medida de gracia más a dirigentes políticos condenados por meter la mano en la caja, cumplió su palabra y hundió la que era la última tabla de salvación de Matas para esquivar la prisión al rechazar el perdón que había reclamado a sus otrora compañeros de partido.

Matas, presidente balear entre junio de 2003 y julio de 2007 y ministro de Medio Ambiente con José María Aznar entre abril de 2000 y abril de 2003, ingresará en prisión en los próximos días, como estableció en su momento la Audiencia Provincial de Palma, a pesar de que la pena de prisión es menor a dos años. El exgobernante pidió el perdón a Mariano Rajoy por la condena de nueve meses que le impuso el Supremo el año pasado por tráfico de influencias. El alto tribunal rebajó de seis años a nueve meses y un día de prisión la condena al expresidente balear por la contratación fraudulenta del periodista, Antonio Alemany, para redactar sus discursos y ensalzar sus virtudes en la prensa local.

El tribunal de primera instancia había considerado a Matas culpable de malversación, prevaricación, falsedad documental y fraude a la administración, por los que condenó al acusado a cinco años y tres meses de prisión más otros nueve meses por tráfico de influencias. Sin embargo, el Supremo solo estimó probado el tráfico de influencias y dejó la pena en nueve meses.

El Tribunal Supremo ya informó en abril pasado en contra de la concesión del indulto pedido por Matas «dada la proporcionalidad entre la pena impuesta y los hechos por los que ha sido condenado y ante la ausencia de razones de equidad o justicia» para otorgarlo.

La entrada en prisión, por tanto, es inminente, aunque el exministro ha recurrido la sentencia del Supremo ante el Constitucional, al tiempo que ha pedido a la corte de garantías que suspendiera su entrada en prisión hasta que no resolviera su apelación. Una posibilidad que, de acuerdo a los expertos consultados, es «más que improbable».

Según explicaron en el Tribunal Superior de Justicia Baleares, la Audiencia de Palma, la que le condenó, adoptará cuando reciba la notificación de la denegación del indulto, una decisión sobre la ejecución de la sentencia de la pieza número 2 del 'caso Palma Arena', del que también forma parte el 'caso Nóos'.

«Próximos días»

En sus autos de ejecución de sentencia, el tribunal le denegó sustituir o suspender la pena de prisión, aceptando su suspensión solo a la espera del resultado de su solicitud de indulto. «La Sección Primera dará cumplimiento en los próximos días a los términos de la ejecución de la sentencia ya acordados», apuntaron responsables del Superior de Palma, que recordaron que no caben más «recursos ordinarios a su ingreso en la cárcel». Eso sí, los jueces podrían dar una prorroga a Matas para que antes de entrar en prisión solvente las cuestiones que desee.

El 'caso Alemany', pieza dos del 'caso Palma Arena', es solo una de la quincena larga de causas que Matas tiene pendientes de juicio en la Audiencia de Palma, todas englobadas en el sumario al que da nombre el velódromo de la capital balear. Además de este caso, solo ha sido juzgado y condenado hasta el momento por un delito de cohecho por haber enmascarado, a través de la contratación de su mujer, los pagos que recibía cada mes de un conocido hostelero balear a modo de sobornos. Su próxima cita con el banquillo será probablemente en 2015, junto a Iñaki Urdangarin y quién sabe si la infanta, para responder en el 'caso Nóos' por los delitos de prevaricación, malversación, fraude a la Administración y tráfico de influencias.

El Consejo de Ministros también rechazó conceder el perdón, entre otros, al exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, condenado a 11 años de inhabilitación por prevaricación en la instrucción del 'caso Gürtel'; al exdirigente de Nuevas Generaciones Ángel Carromero, castigado en Cuba a cuatro años de cárcel por homicidio en el accidente en que murieron los opositores al régimen castrista Oswaldo Payá y Harold Cepero; al exalcalde de Marbella Julián Muñoz, condenado a siete años de cárcel por malversación y prevaricación en el pago de honorarios irregulares José María del Nido; y al torero José María Ortega Cano, castigado a dos años y medio por causar el accidente que causó la muerte de Carlos Parra en mayo de 2011.

En estos cuatro casos la denegación del indulto no cambia su situación, Garzón y Carromero seguirán en libertad, y Muñoz y Ortega, en prisión.