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Iberia anuncia otro ERE voluntario para la salida de hasta 1.581 empleados
Empresa y sindicatos ya lo habían previsto, aunque ahora hay que negociar las condiciones de un expediente que les será menos ventajoso
MADRID. Actualizado: GuardarIberia puso ayer la primera piedra del nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) que en el sector aéreo se daba por hecho desde hace semanas. Afectará, en principio, a un máximo de 1.581 empleados, lo supone casi el 10% de la plantilla actual que, tras los ajustes, ha quedado en cerca de 16.600 empleados. Y, también como se preveía, tendrá carácter voluntario.
Las dificultades -no se esperan muchas, aunque la negociación tendrá cierta densidad, según fuentes sindicales- llegarán a la hora de concretar la letra pequeña de un expediente que viene a sustituir al ya conocido ERE 72/01, puesto en marcha por la compañía que preside Luis Gallego a principios de siglo. Fue durante el último punto de inflexión de sus cuentas -Iberia apenas ganó cinco millones de euros en 2001, 12 veces menos que el ejercicio precedente-, antes de retomar una época de vacas gordas que se truncaría en 2008 con unas pérdidas de 79 millones tras haber tenido un beneficio de 283 millones en 2007.
Las condiciones de esas salidas laborales fueron claramente ventajosas, con prejubilaciones donde se mantenía entre el 60% y el 90% del sueldo fijo según los años que se tuvieran -a menos edad, mayor retribución- y el colectivo de la compañía (pilotos, tripulantes de cabina o trabajadores de tierra) al que pertenecieran. También las indemnizaciones para los despidos directos eran altas, de un mínimo de 35 días por año trabajado, aunque con frecuencia superaban esa franja. Ahora, sin embargo, las tornas han cambiado. De un lado, la situación económico-financiera de la aerolínea es claramente peor, aunque está en una mejora progresiva: acumula seis años consecutivos de pérdidas (165 millones en 2013, 100 menos que el año anterior), aunque en el primer trimestre había reducido sus números rojos hasta los 111 millones. De otro, la reforma laboral le permite incluir ahora un endurecimiento severo de esas condiciones.
En la cúpula de Iberia, no obstante, son conscientes de que deben ser mesurados. El propio Gallego dijo hace pocas fechas que si las condiciones son malas no se irá nadie, y si son muy buenas se irán muchos, por lo que hay que buscar el equilibrio de lo que interesa a ambas partes». Y ese contrapeso, según las fuentes consultadas, podría pasar por reducir el mínimo por despido al entorno de los 30 días -siempre por encima de los 20 que prevé la polémica reforma laboral aprobada en 2012- y también bajar el porcentaje de sueldo que quedaría tras la jubilación respecto al ERE 72/01.
Bajarán las condiciones
Los sindicatos, por su parte, saben que no podrán mantener las mismas condiciones de 2001, pese a que hayan sido prorrogadas hasta 2015 para facilitar la salida de los 3.141 empleados que han tenido que dejar Iberia en virtud del severo ajuste anunciado en noviembre de 2012 -de ellos, sólo resta una cuarta parte ya por cumplimentar su adiós-. Pero no quieren que los cambios a la baja sean drásticos y, además, pretenden comprobar si la empresa ofrece recolocaciones en otros ámbitos -como en anteriores procesos similares- o incluso algunos complementos económicos si se cumplen determinadas condiciones.
Todo ello será objeto de la mesa de negociación que se abrirá ahora, aunque aún no hay una fecha clara para ello. Dado que el período legal para negociar un ERE es de 30 días, de presentarlo estos días las conversaciones se alargarían hasta mediados de agosto, un período poco propicio para ello. Por eso, en la compañía se plantean hacerlo en septiembre.
Además, para entonces es probable que la dirección de Iberia disponga de más información sobre los concursos de 'handling (asistencia en tierra)' a los que se ha presentado en la red de AENA. De qué obtenga un buen número de concesiones dependerá la continuidad de gran parte de ese personal (7.500 empleados en total) o la subrogación de parte a terceros, al igual que ocurre con los trabajadores de mantenimiento y los contratos que hay con otras aerolíneas. De momento, ambos colectivos quedan fuera del expediente.