Competencia expedienta a las petroleras por hacer caso omiso de sus resoluciones

Erre que erre. Es lo que considera la Comisión Nacional de y Mercados y Competencia (CNMC) que están haciendo las tres grandes petroleras que copan la mayoría del sector español de los carburantes -Repsol, Cepsa y BP- a la hora de no cumplir sus resoluciones para que dejen de poner trabas al libre funcionamiento del mercado.

Por ese motivo, ayer comunicó la apertura de un expediente sancionador a las tres -que presentarán alegaciones-, en concreto por hacer caso omiso de la orden que les dio en julio de 2009 para que dejaran de imponer precios a las gasolineras que operan bajo su marca aunque pertenezcan a empresarios independientes. El caso, en realidad, parte de principios de siglo (2001) y ya provocó en su día unas primeras multas: tres millones a Repsol y otros 1,2 millones a Cepsa.

A raíz de aquello, ambas compañías introdujeron cambios en sus contratos. Competencia los dio por buenos, pero en 2008 detectó que continuaban «imponiendo indirectamente sus tarifas» pese a ser revendedores y no comisionistas. La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) corroboró los hechos.

Ahora, cinco años más tarde, la CNMC concluye que las tres grandes petroleras continúan «restringiendo la competencia», y no sólo entre las estaciones de su propia red sino también de cara al resto. Las multas impuestas (7,9 millones en total) las recurrieron, mientras que buena parte de las otras condiciones fijadas no las cumplieron.

España soporta el segundo precio más alto de la UE antes de impuestos en la gasolina y el octavo en el gasóleo, según los datos de mayo que la CNMC publicó ayer.