El grueso de federaciones del PSOE se opone a primarias en noviembre
El futuro secretario general tendrá que lidiar con un férreo rechazo a abrir otro proceso interno a pocos meses de las autonómicas y locales
MADRID. Actualizado: Guardar«Propondré a los órganos del partido...». Esa fue la fórmula empleada el pasado lunes por Pedro Sánchez, durante el debate entre los candidatos a la secretaría general del PSOE, para comprometerse con la celebración de unas primarias abiertas a la ciudadanía en noviembre, como se acordó el pasado enero tras casi dos años de presión interna a Alfredo Pérez Rubalcaba. Eduardo Madina fue mucho más directo. No utilizó circunloquios. Él siempre lo ha tenido claro. Ahora, desde las principales federaciones del partido, Andalucía, Madrid y Comunidad Valenciana, pero también desde otras con menor número de militantes avisan, en privado, de cuál será su posición llegado el momento: ni hablar.
No se trata ya de recelo hacia el procedimiento, aunque a la mayoría tampoco le hace ninguna gracia eso de permitir que un ciudadano cualquiera tenga el mismo poder que un militante, que paga su cuota y se implica en el día a día de la formación, a la hora de elegir a su candidato a la Presidencia del Gobierno. A regañadientes, y a rebufo de los movimientos indignados y del 15-M, ese sapo ya se lo tragaron en el 38 Congreso. Lo que de verdad inquieta, o al menos eso se esgrime, es que de los doce meses que tiene el año, seis los pase el PSOE inmerso en batallas internas cuando las elecciones autonómicas y municipales están a la vuelta de la esquina.
«Quien defienda eso -afirma un dirigente territorial- no está pensando en el partido y se está poniendo en contra a 9.000 alcaldes y a doce secretarios generales». Su tesis es que resulta suicida volver a abrir una batalla en las federaciones, que en muchos casos ya van a celebrar en septiembre primarias autonómicas y municipales, cuando deberían estar preparando la campaña. «Estamos en condiciones de revalidar el 90% de nuestros gobiernos locales y ganar otro 20%, pero sólo lo podremos hacer si dejamos de mirarnos el ombligo», apunta un barón con posibilidades.
En realidad, sería fácil que no hubiera guerra. La tradición en el PSOE es que el secretario general es el candidato a la Moncloa y lo lógico es que nadie se presente contra un líder recién elegido. Sin embargo, dirigentes de primera línea aseguran que Carme Chacón no dejará pasar la oportunidad de presentarse y que así lo ha comunicado. Otros sostienen que ya demostró en 2011, cuando renunció a competir contra Rubalcaba para ser cabeza de cartel, que es capaz de dar un paso atrás cuando entiende que sus aspiraciones pueden fracturar al partido en un momento crucial.
El caso es que, aunque fueran unas primarias exprés, sin rival, el partido tendría que dedicarles un tiempo. «¿Qué ganas tenemos de hacernos el harakiri?», plantea un dirigente afín a la andaluza Susana Díaz. Apenas hay nadie que rebata este argumento. Pero lo que sí hay, en algunos casos, son dudas sobre dónde queda la credibilidad, o en su defecto la autoridad, del futuro secretario general si se llega a noviembre y las primarias abiertas se aplazan sine die.
Pillarse los dedos
Las direcciones regionales que apoyan a Pedro Sánchez insisten en que él no se ha pillado los dedos. Pero lo cierto es que, de cara a los militantes, ya ha empeñado su palabra. Sólo los avisados repararon en ese «propondré...». De hecho, el candidato madrileño podría haber dicho lo que había respondido tan sólo el día anterior en una entrevista en ABC, que retrasaría las primarias a 2015. Pero no lo hizo. Cuando Madina reafirmó su compromiso con noviembre y le instó a pronunciarse al respecto, convencido de poder apuntarse un tanto ante las bases, él se subió a su mismo carro, aunque debió traicionarle el subconsciente porque dijo «noviembre de 2015», fecha de las generales.
«La verdad -argumenta ahora un secretario regional implicado en el equipo de Sánchez- es que la fecha de noviembre no la llegamos a votar en el Comité Federal, simplemente la dijo Alfredo y todos asentimos...». También hay quien dice que ese es un mes malísimo por la consulta que pretende realizar Artur Mas en Cataluña... Razones en contra no faltan. Y el escenario no es ahora el de enero. No hay un líder cuestionado sino uno en puertas de ser elegido. La pregunta es por qué nadie se atreve a decir todo eso en público. Y la respuesta, admiten algunas fuentes, es que penaliza de cara a la elección de este domingo, en la que por primera vez los militantes elegirán mediante voto directo a su secretario general.
Sánchez, por si acaso, volvió a matizar hoy su promesa y aunque insistió en que su intención es respetar lo decidido a principios de año subrayó que tiene que tener en cuenta a otras personas. «Es importante contar con la opinión de los alcaldes y alcaldesas y los que se van a presentar a las elecciones municipales y autonómicas de 2015 porque lo fundamental es ganar a la derecha y en eso voy a volcar todos mis recursos». Madina y Pérez Tapias, en cambio, no se mueven: primarias en noviembre para elegir candidato a la Moncloa.