Las mujeres ocupan sólo uno de cada cinco altos cargos en investigación
Actualizado:El porcentaje de mujeres respecto al total de los matriculados en másteres relacionados con el campo de la ciencia es del 55,8%, la preponderancia femenina se invierte cada vez más a medida que se avanza por el escalafón científico profesional. Según el informe de la Unidad de Mujeres y Ciencia ‘Científicas en cifras’, el 51% de las doctorados son mujeres, igual que el 48,55% de los cargos de Grado C (Doctores con contratos no permanentes), paridad que se deshace en el caso de las categorías de Grado B (Titulares de Universidad y personal permanente de los Organismos Públicos de Investigación, OPIS), donde el porcentaje de puestos femeninos es del 39%; y, sobre todo, en el escalafón más alto de la investigación, los puestos de Grado A (Catedráticas, profesoras eméritas y de investigación del Centro Superior de Investigación y Ciencia, CSIC), donde la proporción de mujeres desciende hasta un escaso 19,5%. Por tanto, las científicas españolas (un 38,5% del total de los investigadores), a pesar de una notable preparación académica, apenas tienen acceso a los cargos de mayor responsabilidad, prestigio y retribución.
Con estos datos en la mano, Carmen Vela, secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), asegura que «se necesita imprimir más velocidad al proceso de integración de la mujer en el sector científico profesional», y explica las causas de la segregación vertical y brecha salarial en investigación: «Es una cuestión multifactoral, con un componente cultural muy importante que debemos corregir. Leyes tenemos, ahora necesitamos cumplirlas, trabajando duro en su implementación».
Por su parte, Carmen Plaza, directora general del Instituto de la Mujer, afirma que la vida educativa de las mujeres es más larga e intensa. «Las cifras nos indican que desde los ochenta son mayoría las mujeres matriculadas en la universidad, así como las licenciadas, máster o doctoradas». «No obstante, esto no se ha materializado en la incorporación a los cargos más altos. La ciencia nos permite avanzar, cuanto más equilibrada sea la investigación, más aguda y certera será su función», reflexiona Plaza.