Nuevas protestas en Estepa tras la imputación de siete vecinos

Las protestas vecinales se repitieron ayer en la localidad sevillana de Estepa para denunciar esta vez la imputación de siete vecinos, citados por la Guardia Civil como supuestos autores de los altercados y la quema de viviendas de una familia gitana, a la que acusan de estar detrás de una oleada de robos. Los ánimos en la localidad siguen tensos y hay temor a represalias por parte del denominado 'clan de los Chorizos', cuyas viviendas fueron asaltadas el pasado fin de semana, después de que tres de sus miembros fueran detenidos el domingo en las afueras de Sevilla en una furgoneta donde los agentes hallaron objetos sustraídos el mismo sábado. Dos de los arrestados fueron acusados de robo, mientras que la conductora fue encausada por conducir sin puntos.

La indignación empezó ayer a recorrer las calles de Estepa, una pequeña localidad de la comarca sur sevillana a apenas 10 kilómetros de la célebre Marinaleda, cuando se supo que se habían producido las primeras citaciones policiales, que no detenciones, por los disturbios. «De aquí no nos vamos hasta que los saquen», gritaban los 200 vecinos congregados espontáneamente ante el cuartel de la Guardia Civil.

Los siete jóvenes quedaron en libertad con cargos por desórdenes públicos, daños y resistencia y desobediencia a agente de la autoridad. Una decisión, la de acusar a los vecinos, que es cuestionada en la localidad, tomada todavía por Guardia Civil y Policía Local, que ha incorporado al servicio a los agentes de vacaciones. «No hicieron nada más que recuperar lo que era suyo», justificó un vecino que prefirió no dar su nombre, como la mayoría que disculpa los altercados del pasado sábado, cuando una concentración espontánea y no autorizada en protesta por los robos, unos 50 este año, según el ayuntamiento, y hasta 23 en dos semanas, según los vecinos, acabó con un grupo de exaltados delante de las viviendas del 'clan de los Chorizos', que las habían ocupado de forma irregular.

Incendios

Los vecinos de Estepa asaltaron las casas para recuperar algunas de sus pertenencias, alguno lo consiguió. En medio de la turba, aún no se sabe quién prendió fuego a alguna de las vivendas, aunque algunas fuentes señalan que el humo fue provocado por los propios moradores para tratar de asegurar su huida por el patio trasero. Fuentes municipales reconocen que la algarada pudo acabar peor, ya que a los supuestos ladrones se les han incautado armas en numerosas ocasiones.

«Roban incluso a plena luz del día, no se cortan, y nunca se hace nada», lamentó ayer un vecino, que aseguraba haber sufrido varios asaltos y que en el último le desvalijaron «hasta la colonia y los peines» de un chalé. «Nos hemos defendido», resumía otro. El 'clan de los Chorizos', a quienes todo el pueblo identifica como los ladrones, está formado por medio centenar de personas que se instaló en la localidad hace casi 40 años, y algunos de los cuales son de etnia gitana. Muchos tienen antecedentes penales por delitos menores.

La mayoría del vecindario apunta a que los más activos son los hijos de una de las integrantes del clan, conocida narcotraficante con varias detenciones a sus espaldas y cuyos diez vástagos, nacidos de varias parejas, se han criado en centros de menores por los arrestos de sus padres.