La Guardia Civil interroga a los organizadores y al piloto del rally de Miengo
Actualizado:El accidente ocurrido el sábado en el Rallysprint de Miengo, que costó la vida a dos personas, terminará en el juzgado. La Guardia Civil tomó ayer declaración al piloto y a los organizadores (la Escudería Peña Morena), a los que ha pedido el plan de seguridad y el seguro, documentos necesarios para la celebración de una prueba automovilística.
Iván García y José A. Gómez, piloto y copiloto del vehículo que se salió de la carretera y atropelló a nueve personas, prestaron ayer declaración ante la Guardia Civil de Torrelavega. La policía judicial tomó también testimonio al organizador y responsable de seguridad del rally, Vicente Salas, que ha rechazado cualquier negligencia en lo que considera un accidente deportivo.
Con estas declaraciones la Guardia Civil trata de conocer si hubo algún fallo en el sistema de seguridad de la competición y es por ello que ha reclamado el plan de seguridad y la documentación del seguro, según ha podido saber este periódico. La policía judicial dispone de un plazo de hasta 72 horas para reunir todas las declaraciones e informes acerca del suceso antes de remitir el atestado a la autoridad judicial, que será la que determine finalmente si existe alguna responsabilidad penal. En principio, la Guardia Civil no ve indicios de culpa en la actuación de los pilotos del vehículo siniestrado, según los datos recabados por este periódico.
«Todo en regla»
El presidente de la Federación Cántabra de Automovilismo, Martín Güemes, aseguró a este periódico que «el organizador disponía de todos los medios de seguridad obligatorios» y que el seguro de la competición «estaba en regla». Aún está pendiente de recibir «un informe completo» sobre el accidente, antes de pronunciarse sobre las posibles causas del atropello. Entre lágrimas, el responsable de la prueba, Vicente Salas, señaló a Televisión Española que la organización «ha actuado perfectamente bien», al tiempo que trasladó a los familiares de las víctimas su pésame.
Güemes y Salas atribuyeron el suceso «sencillamente a un accidente». Para el máximo responsable del automovilismo en Cantabria, «el vehículo salió descolocado del rasante y se fue directamente hacia una zona donde no estaba previsto que pudiera salirse algún coche».
El punto, según testigos presenciales, es una de los más espectaculares de la prueba, donde cada año se congregan muchos aficionados. Estos espectadores apuntan que suele ser habitual que los pilotos tengan dificultades para controlar los vehículos, lo que sucedió a otros conductores que precedieron a Iván García en la prueba de este sábado. En anteriores ediciones, algunos participantes también protagonizaron pequeños incidentes al salirse de la calzada, aunque pudieron recobrar el control sin llegar a registrarse accidente alguno.
Güemes, que lamenta «profundamente lo sucedido», explicó que la actuación de los servicios médicos de la prueba «fue inmediata». «Las asistencias sanitarias, tres ambulancias y un vehículo de rescate con médico a bordo, llegaron dos minutos después del accidente. Allí trataron de estabilizar a las víctimas más graves, antes de ser trasladadas a diferentes centros hospitalarios».
El accidente se produjo cuando el vehículo participante número doce, en el tramo cronometrado entre Mogro y Cudón, a poco más de un kilómetro de la salida, perdió el control en un cambio de rasante e impactó contra un grupo de aficionados que contemplaban la prueba. Dos espectadores fallecieron horas después, uno permanece ingresado en Valdecilla y seis fueron atendidos en el mismo lugar del suceso.
El reglamento
Para la celebración de una prueba automovilística, la Federación Cántabra exige al organizador un plan de seguridad detallado que determine los puntos peligrosos y las medios humanos y materiales para evitar los riesgos. El punto donde se produjo el accidente no estaba acotado con cintas y malla roja porque, según Güemes, «no era una zona previsible donde podría salirse un coche». El presidente de la Federación señaló que antes de que los pilotos disputen un competición, una caravana de seguridad inspecciona todo el recorrido. Este dispositivo está integrado «por un vehículo de la Guardia Civil, otro de la propia organización, además de dos pilotos que conducen el coche doble cero y el cero, los últimos que visualizan el tramo antes que los pilotos».
Nada más producirse el siniestro, el presidente de la Federación Cántabra reunió a los pilotos en la Casa de la Cultura de Miengo y les comunicó la decisión de suspender la prueba y la entrega de trofeos, «lo que aceptaron perfectamente». Además, felicitó «a los aficionados que respetaron con gran cautela el momento en el que los heridos fueron atendidos».
La actividad deportiva se retomó ayer con la celebración del Slalom de Revilla de Camargo, en el que se guardó un minuto de silencio.
Tristeza en Miengo
El alcalde de Miengo, Avelino Cuartas, no ocultó ayer su «profunda tristeza» por lo ocurrido en su municipio «convirtiéndose un día que tenía que haber sido de diversión, en una jornada de luto y tristeza». Explicó que «están siendo momentos muy dramáticos». El edil relató que fue informado del accidente y que se personó en el lugar «y cuando llegué, ya había sido evacuado el primer herido grave y estaban a punto de trasladar al segundo». El alcalde dijo que «en un principio creo que no fuimos conscientes de la gravedad del accidente y mucho menos que se desencadenaría una tragedia como lo es la muerte de dos personas». Cuando regresó a su domicilio, sobre las once de la noche, «leí la noticia y me quedé helado». Dijo que había hablado con los organizadores, «concretamente con Peña, y estaba abatido, destrozado». Avelino Cuartas dijo que «pones todos los medios y esfuerzos para que todo esté controlado pero al final ocurren estas desgracias».