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Manolo Sanlúcar ha dejado el banquillo del Algeciras. :: FRANCIS JIMÉNEZ
Manolo Sanlúcar | Entrenador de fútbol

«Si no se alcanza el objetivo, hay que asumir responsabilidades»

A pesar de haber podido renovar, el técnico asume su culpa en el descenso del Algeciras: «Lo más fácil hubiese sido agarrarme al cargo», afirma

RUBÉN LÓPEZ
CÁDIZ.Actualizado:

En los tiempos que corren no es habitual por desgracia que muchos reconozcan sus errores, ya sea en público o en privado. Más aún que se asuma algún tipo de responsabilidad por el fallo cometido, independientemente de si tienes un cargo público (como pasa en política) o no. El caso es que aquello de dimitir o cesar por decisión propia se ha convertido en una auténtica utopía.

Por ello, la marcha de Manolo Sanlúcar del Algeciras ha sido y es noticia. Lo es porque el técnico de Bornos tenía la posibilidad de renovar un año más como entrenador y finalmente decidió rechazar esa opción. Todo ello tras dos temporadas en el cuadro rojiblanco: una consiguiendo el ascenso a Segunda B y la segunda volviendo a Tercera, motivo principal de Sanlúcar para no seguir.

-¿Si hubiese conseguido el objetivo de la permanencia, habría renovado?

-No lo sé. Yo tenía intención de continuar pero estaba a expensas de si conseguíamos el objetivo. Al final con el descenso entendí que lo mejor era que me fuera porque no lo habíamos conseguido. Me he marchado súper agradecido al club y a la junta directiva por el gran trato que he recibido de la entidad.

-¿Por qué cree que el club quiere que continúe a pesar del descenso?

-Confiaban en el trabajo que he hecho durante dos años, sé que siempre han estado contentos con el trabajo. Desde enero querían renovarme y yo siempre les dije que cuando se cumpliera el objetivo. Siempre he estado a gusto y de 24 meses que he vivido en el Algeciras, 22 han sido buenos y los dos últimos nos han condenado. Es una pena que un club como el Algeciras haya descendido a Tercera División.

-No es habitual que un entrenador decida marcharse por voluntad propia...

-Cierto. Fíjate que había gente que creía que yo tenía compromiso con otro equipo, lo cuál no era así. Solo me ha llamado un club en estos días pero nada más. Si hubiese existido algo se lo habría comunicado a la directiva del Algeciras porque clubes como este no hay muchos.

-Viendo como está el fútbol, parece una decisión valiente por su parte...

-Para mi lo fácil hubiese sido agarrarme al cargo y seguir esta temporada. Pero creo que los entrenadores tenemos que asumir responsabilidades cuando no se consiguen los objetivos. Es cierto que el fútbol está complicado porque entrenadores hay muchos y equipos pocos, pero bueno ahora toca descansar.

-¿Qué falló para no alcanzar la salvación tras la gran primera vuelta del Algeciras?

-Esto es fútbol, nada más. No le doy muchas vueltas a lo de la segunda vuelta. Han sido los últimos partidos, de doce perdimos ocho. El equipo siempre ha estado entero y con ganas de competir, no le achaco nada a los jugadores. Cuando ganamos a El Palo al comenzar la segunda vuelta mirábamos más para arriba que para abajo, y sin embargo caímos en picado. El partido de Cartagena en casa fue casi decisivo porque ellos no se acercaron en los 90 minutos y al final nos marcan en el último minuto con un gol de falta. Quizás nos faltó madurez en muchos partidos y cuidar los detalles para ganar.

-Deja el club proponiendo su sustituto en el banquillo, Mere.

-El club tiene un trabajo hecho de visualización de futbolistas y entrenadores. A mi me preguntan por Mere, al que me une una amistad grandísima porque nos conocimos en el Racing Portuense. Yo respondo al club que él está muy preparado y sé que es el entrenador idóneo. Realmente yo no he propuesto a nadie, aunque si he avalado la llegada de Mere.

-A partir de ahora, ¿dónde veremos a Manolo Sanlúcar?

-En los campos de fútbol. Voy a ver muchos partidos desde la barrera y a esperar un proyecto que me ilusione. Sé que mi oportunidad me volverá a llegar más pronto que tarde, quién sabe. Toca seguir aprendiendo para ver los fallos que uno ha cometido, renovarse y reciclarse para estar lo mejor preparado posible para cuando llegue la llamada.