Océanos de otro planeta
Actualizado:Los océanos no solo no son algo exclusivo de la Tierra sino que a medida que avanza la exploración espacial se van añadiendo a la lista más ‘mundos’ susceptibles de albergar grandes masas de agua en su interior.
Uno de los primeros lugares en los que se dio por hecho que esto ocurre es la luna de Júpiter Europa. Se trata del lugar del Sistema Solar donde los científicos mantienen mayores expectativas de encontrar vida extraterrestre. Se teoriza que la masa acuática está aislada en el interior de la corteza congelada y, según las pruebas obtenidas, contendría oxígeno y recibiría calor por efecto de la fuerza de atracción de Júpiter y su interacción con las otras tres lunas.
Titán, luna de Saturno, es otra de las más firmes candidatas a esconder mares en su interior. Se da la circunstancia de que en su superficie también tiene océanos, aunque en ese caso están compuestos por hidrocarburos. El último descubrimiento lo hizo público la NASA la pasada semana. Los datos recabados apuntan a que esas aguas serían aún más saladas que las del Mar Muerto. "Este es un océano muy salado para los estándares de la Tierra", afirmó la agencia estadounidense. "Sabiendo esto puede cambiar la manera de ver este océano como posible morada para la vida de hoy en día, aunque las condiciones podrían haber sido muy diferentes allí en el pasado", añadió la NASA.
La última luna en convertirse en ‘sospechosa’ de contener océanos es el satélite de Saturno Encelado. El pasado abril la NASA anunció que existen grandes posibilidades de que guarde una gigantesca masa de agua bajo la superficie de su Polo Sur. Ya en 2005 la sonda Cassini descubrió que Encelado expulsa al espacio gran cantidad de agua a modo de un geiser. Las mediciones sugieren un océano grande, de unos 10 kilómetros de profundidad, bajo una capa de hielo de aproximadamente de 30 a 40 kilómetros de espesor.
La existencia de agua se relaciona con la posibilidad de la existencia de vida, al menos según las condiciones que se dan en la Tierra. No es sin embargo determinante, ya que además del agua deben de concurrir muchos otros elementos para que se dé.
En el Sistema Solar ya se han descubierto océanos en otros lugares. Lo que no se ha hallado todavía es ningún sitio que albergue el agua líquida en su superficie. En eso la Tierra sigue siendo única.