La autopsia del menor asesinado en Jerusalén revela que fue quemado vivo
JERUSALÉN.Actualizado:Los primeros resultados de la autopsia al cadáver de Mohamed Abu Kudar, el palestino de 16 años secuestrado y asesinado el miércoles en Jerusalén Este, revelan que fue quemado vivo. El fiscal general palestino, Mohamed Abdel Gani Uweili, aseguró a la agencia local Maan que los forenses hallaron restos de hollín y humo en la garganta y los pulmones del adolescente, lo que indica que cuando sus captores le prendieron fuego todavía respiraba. Algunos medios israelíes comenzaban anoche a preparar a su opinión pública para lo que aparece como un linchamiento en toda regla, que incluso la Policía se decidía ya a atribuir a «nacionalistas»; es decir, colonos judíos.
«Mohamed tenía una herida grave en la cabeza, pero ésa no fue la causa de su muerte», explicó Uweili, que anunció que las conclusiones definitivas de la necropsia se conocerán en las próximas horas. El director del Instituto forense palestino, Saber al-Alul, pudo asistir al examen, conducido por médicos israelíes en Tel Aviv. Según el relato de Al-Alul, las quemaduras cubrían el 90% del cuerpo del menor, que se localizó tirado en una zona de bosque poco menos de dos horas después de su desaparición.
Cuatro familias padecen estos días en primera persona el inmenso dolor causado por décadas de conflicto en Oriente Próximo. Todas han visto truncadas las vidas de sus hijos por una violencia que extiende la desgracia a los dos bandos. Israel sigue conmocionado por el trágico final de Gilad Shaer, Naftalí Frenkel y Eyal Yifran, los jóvenes colonos secuestrados el 12 de junio cuando hacían autoestop en Hebrón y, según se dio a conocer el lunes después del hallazgo de sus cuerpos, asesinados a balazos casi de inmediato por el comando islamista que persigue sin éxito la Policía israelí.
Golpeado en el suelo
Y los palestinos, que padecieron las últimas tres semanas las consecuencias de la descomunal operación militar de Tel Aviv para localizar a los colonos, comparten el sufrimiento de la familia de Mohamed Abu Kudar, el chaval que el miércoles esperaba sentado en el muro de la mezquita de su barrio de Shuafat, zona de mayoría árabe de Jerusalén Este, para asistir a la oración del amanecer, ignorante de la tortura atroz que le aguardaba.
Pero no acaba aquí el dolor de los Kudar porque Tariq Abu Kudar recibió una brutal paliza de policías israelíes cuando, según la versión oficial, protestaba por el asesinato de su primo Mohamed. Tariq, de 15 años.