«No es lo que nos llevamos, sino lo que aportamos»
Actualizado:Antonio Jiménez ni recuerda muy bien desde cuando empezó el idilio de los Jiménez con las salinas. Aunque es isleño, un antepasado suyo trabajaba en las salinas Santa María de Jesús y él ahora colabora con la empresa que las explota. Para él, esta actividad artesanal es más que un trabajo, es un forma de vida que defiende con pasión. Se sabe uno de los últimos en este oficio artesanal. «Lo salineros hacemos de filtro en la naturaleza», explica. Defiende que su profesión es fruto del reparto sostenible que nuestros antepasados hacían de los recursos: «sal, vid y atún». «Nosotros somos sanos como la sal, no es lo que nos llevamos sino lo que aportamos», concluye.