Bautizo entre maniobras unionistas
Isabel II y David Cameron desembarcan en Escocia para alabar el mayor buque de la Royal Navy y ofrecer inversiones con la vista en el referéndum
LONDRES.Actualizado:La reina Isabel II bautizó ayer con su nombre el primero de los dos portaaviones construidos en astilleros de Reino Unido y ensamblados en la base escocesa de Rosyth para convertirse en los buques insignia de la Royal Navy. En la ceremonia, cargada de simbolismo unionista, el líder independentista escocés, Alex Salmond, fue abucheado por trabajadores de la factoría, según testigos presenciales.
'HMS Queen Elizabeth' fue bautizado por la reina con una botella de whisky de malta y será botado este mes, según la alianza de constructores navales que ha terminado el trabajo en el puerto de la ribera del río Forth, cerca de Edimburgo. «Que Dios lo bendiga y a todos los que navegan en él», dijo la soberana en el bautizo.
La ceremonia venía precedida por movimientos de los políticos atareados en la campaña del referéndum del 18 de septiembre, y de la de la presencia en la región de una monarquía que los independentistas quieren mantener. La reina y el príncipe Felipe participaron el jueves en la capital escocesa en diversos actos. Ella nombró a dos nuevos miembros de la orden más selecta, la del Cardo, de los monarcas en Escocia.
El primer ministro británico, David Cameron, que junto al titular de Hacienda, George Osborne, y el de Defensa, Philip Hammond, ocupó un lugar prominente en la ceremonia del bautizo, visitó el miércoles Perth, donde manifestó, en la línea presidencial que él se reserva en la campaña sobre la independencia, que la batalla por la unión es sentimental y que su corazón se partiría si gana el 'sí'.
Pero también aprovechó la ocasión para prometer unos 650 millones de euros de inversiones en la segunda ciudad escocesa, Glasgow, que permitirían crear unos 28.000 puestos de trabajo en la construcción, en las próximas dos décadas, y un crecimiento anual cercano a los 2.250 millones anuales. Entre las obras se incluye un enlace ferroviario entre el aeropuerto y el centro de Glasgow, cancelado tras el estallido de la crisis financiera en 2008. Y una tercera parte de la inversión prometida tendría como destino el distrito de Govan, que concentra según los sondeos el mayor número de indecisos de cara al referéndum.
El Gobierno autonómico ha invertido más en la ciudad, repuso la viceministra principal, Nicola Sturgeon. El responsable de Hacienda en el Ejecutivo del Partido Nacional Escocés (SNP), John Swinney, reprochó a Cameron que no ofreciera nada a otras ciudades, como Perth, donde pronunciaba su discurso. Y el ministro de Defensa británico reconoció que Rosyth ensamblará el segundo portaaviones porque la inversión ya está comprometida.
Salmond y su padre
El ministro principal escocés, Alex Salmond, se reservó para el día de ayer. Acudió al bautizo del mayor buque en la historia británica -tiene una longitud de 280 metros y una anchura de 70- acompañado de su padre, que batalló en la Royal Navy durante la Segunda Guerra Mundial y que, con 90 años, subió hasta la grúa de Rosyth cuando comenzó el ensamblaje del nuevo portaaeronaves bautizado ayer. Ahora, Robert Salmond tiene 92 años y su hijo explica que sirvió en un portaaviones más pequeño, 'HMS Indomable', como apoyo a las operaciones de la invasión de Sicilia, en 1943. El buque fue torpedeado en un ataque de la Alemania nazi. El príncipe Felipe participó en la misma operación, en otro buque.
Salmond fue abucheado por empleados del astillero cuando su imagen apareció en una pantalla gigante. También Cameron, pero con menos intensidad, según asistentes al acto.