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Israel acerca los tanques a la frontera de Gaza
El disparo de cohetes desde la Franja y los ataques racistas atizan una tensión solo contenida por el coste del enfrentamiento abierto
JERUSALÉN. Actualizado: GuardarIsraelíes y palestinos aseguran que no buscan una escalada de la violencia pero la tensión escaló de nuevo ayer, azuzada por el lanzamiento de cohetes desde Gaza y la decisión del Ejército israelí de reforzar, con tanques y tropas terrestres, la frontera sur del país. Según cifras castrenses, alrededor de 80 proyectiles fueron disparados desde la Franja desde que el 12 de junio desaparecieran en Cisjordania los tres estudiantes israelíes cuyos cadáveres, tiroteados, fueron descubiertos el lunes cerca de la ciudad de Hebrón.
Ninguno de los cohetes causó víctimas, aunque sí daños materiales. El Gobierno de Benjamín Netanyahu ha venido respondiendo de la manera habitual, con ataques aéreos 'de precisión' contra objetivos islamistas en Gaza. Estas operaciones supuestamente quirúrgicas causaron en los últimos días la muerte de tres milicianos y un niño de 7 años, además de heridas a veinticinco civiles. De acuerdo con el Ejército, los objetivos fueron instalaciones militares del grupo radical palestino Yihad Islámica y del movimiento islamista Hamás, al que Israel acusa, de momento sin pruebas, del asesinato de los estudiantes.
Ayer, el brazo armado del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP) asumió la responsabilidad del disparo de doce proyectiles, mientras que el ala militar Frente Democrático de Liberación de Palestina (FDLP) se atribuyó el lanzamiento de dos de mayor alcance. Además, un grupo yihadista hasta la fecha desconocido y que se declara afiliado al Estado Islámico, asumió la autoría del secuestro de los tres jóvenes judíos, según un comunicado difundido por la prensa israelí.
En medio de la creciente tensión, tanto el Ejército israelí como el brazo político del movimiento islamista coincidieron en que no desean un nuevo conflicto que rompa la tregua firmada en 2012 con mediación de Egipto. Peter Lerner, portavoz castrense israelí, insistió en que la estrategia pasa por «desinflar la tensión», aunque confirmó que su país ha reforzado las posiciones en torno a Gaza como medida preventiva «en caso de que Hamás opte por la confrontación».
El Gabinete de Seguridad, encabezado por Netanyahu, sigue dividido entre quienes abogan por la mesura y los que exigen una respuesta más amplia y contundente. El 'premier' subraya que su país está preparado para ampliar en forma y tiempo el operativo cuando lo estime oportuno y que su principal objetivo, más allá de encontrar a los autores del triple asesinato y evitar los cohetes, es debilitar al máximo a Hamás en Cisjordania
En la misma línea, el portavoz de los radicales palestinos en Gaza, Sami Abu Zuhri, aseguró que su grupo «no está interesado en una confrontación en este momento», pero que al igual que Israel «está absolutamente listo si se ve obligado, ya que tiene las herramientas para defender al pueblo». Para Talal Okul, analista político en Gaza, sólo el alto coste político que supondría un conflicto frena de momento a los contendientes.
Además de la frontera con Gaza, la tensión se mantiene muy viva en Jerusalén Este, escenario de enfrentamientos entre grupos de jóvenes y la Policía desde que el miércoles se localizó el cadáver quemado de un menor palestino que había sido forzado a entrar en un coche horas antes en el barrio de Shuafat. La investigación deberá determinar si, como los indicios apuntan, Mohamed Abu Khdeir, de 16 años, fue víctima de una venganza de grupos ultranacionalistas judíos. El mismo día de su secuestro, una ola de violencia racista se extendió por varias zonas de la Cisjordania ocupada, al grito de «venganza» y «muerte a los árabes».