Unos viejos cachondos
El público disfruta de los Monty Phyton otra vez, pero no la crítica: «Las bromas de hombres con ropa interior femenina están ya pasadas»
LONDRES.Actualizado:Puede que sea, como han escrito algunos críticos, un espectáculo basado en el reciclaje de los viejos chistes de unos septuagenarios que ya no están para mostrar al público las modalidades que quiere promover entre la población el Ministerio de Maneras Tontas de Caminar, pero para los supervivientes del grupo cómico Monty Phyton la noche del pasado martes, fecha de su vuelta a los escenarios tras su disolución hace casi 30 años, acabó bien.
Al final de la primera presentación de un espectáculo que se extenderá hasta el 20 de julio, los cinco componentes del grupo y los 14.000 espectadores de la Arena O2 cantaron 'Mira siempre el lado brillante de la vida', el himno que hicieron popular como el canto de los crucificados en 'La Vida de Brian' -su parodia de Cristo- los romanos y muchas cosas más, que se emitió en los cines del mundo en 1979.
El título del espectáculo -'Monty Phyton en directo (casi todo): uno fuera y cinco en camino'- ya apunta por dónde van los tiros. Es la primera reunión de los Phyton en un 'show' desde la muerte de uno de su miembros, Graham Chapman, en 1989, y será la última. Los privilegiados que se pudieron hacer con una entrada disfrutaron de una comedia musical, en la que presentan sus números más populares y se ofrecen en pantallas gigantes proyecciones de otras obras del grupo en su época de gran éxito. En total, tres horas de espectáculo a un precio que oscila entre 50 y 200 euros.
Todas las entradas para la primera noche se agotaron en menos de un minuto. Y hubo que extender a diez el número de días, para los que aún hay algunas entradas. El público del martes, día de estreno, era de hinchas e incluía cómicamente al ministro de Hacienda, George Osborne. Vieron a sus ídolos acompañados en el escenario por el astrofísico Stephen Hawking o el actor Stephen Fry, que protagonizaron breves cameos.
¿A quién le pueden interesar unos viejos con arrugas haciendo lo mismo de siempre?, se preguntaba Mick Jagger mientras veía partidos del Mundial de fútbol en un anuncio cómico del espectáculo de los Python. Pues a los mismos que van a ver a los Rolling Stones para escuchar las mismas canciones de su repertorio. Ese era el ambiente.
Para Quentin Letts, el ácido crítico del 'Daily Mail', «fueron en su día los sátiros más agudos, pero anoche parecieron y sonaron a menudo como una chapucera banda tributo». Los críticos apuntan especialmente a la tripa de John Cleese como un importante trastorno estético. Peter Bradshaw, en 'The Guardian', señala que «las bromas sobre hombres con voces afeminadas y ropa interior de mujeres están pasadas» y no se han esforzado mucho en actualizar el guión.
Los cinco supervivientes de Mont Phyton ingresarán una fortuna por estos diez espectáculos y por la comercialización de objetos conmemorativos. La función del día 20, la última, será emitida en directo en 1.800 salas de cine de 39 países.