Ucrania recrudece la ofensiva del este

Tras el final de una tregua que ha durado semana y media, las tropas ucranianas reanudaron ayer su ofensiva contra las milicias separatistas en el este del país. La decisión del presidente ucraniano, Petro Poroshenko, de poner fin al alto el fuego fue duramente criticada por su homólogo ruso, Vladímir Putin, quien reunió ayer a su Consejo de Seguridad para decidir qué medidas tomar.

Según Putin, Poroshenko hasta ahora «no tenía una relación directa con las órdenes en el terreno militar, pero ahora sí ha asumido toda la responsabilidad sobre las consecuencias de lo que pase en adelante, no sólo la militar, sino también la política, que es más importante». El jefe del Kremlin pronunció estas palabras durante su tradicional reunión anual con los jefes de las legaciones diplomáticas rusas en el extranjero y añadió que no sólo él ha fracasado en el intento de convencer al presidente ucraniano de que prolongara la tregua, sino también Francia y Alemania.

El lunes, Putin, Poroshenko, el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, mantuvieron la tercera conversación telefónica a cuatro bandas en menos de una semana. Bien es verdad que Berlín y París llamaron a continuar con el alto el fuego, pero también a que Putin exigiera a los separatistas que cesen las hostilidades y propicien unas negociaciones para alcanzar la paz.

Durante la reunión del lunes por la noche del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, en donde se decidió poner fin a la tregua, Poroshenko subrayó que para crear las condiciones necesarias que posibiliten unas negociaciones hace falta que se respete el alto el fuego por parte de los insurgentes.