Cristóbal Montoro. :: O. DEL POZO
Economia

El Gobierno recorta un 3,2% el gasto para 2015 confiando en que haya menos paro e intereses

Supone 4.200 millones menos que este año, pero Montoro asegura que no serán necesarios «nuevos ajustes» en los ministerios

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Consejo de Ministros aprobó ayer un techo de gasto del Estado para el año 2015 de 129.060 millones, lo que representa un recorte del 3,2% respecto al límite fijado para este año. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró que la época de reducción del gasto público «se ha acabado» y no van a ser necesarios «nuevos ajustes» en el gasto de los ministerios porque lo que va a caer es el presupuesto por prestaciones por desempleo -porque bajará el paro- y el pago por intereses de la deuda pública que está en tipos mínimos históricos.

Esta nueva etapa, según el ministro, ya no va a ser de ajustes sino de «contención del gasto». Y, además, esa contención procederá de los ahorros generados por la propia situación económica, «lo que nos permite presentar un gasto decreciente, pero en un contexto de recuperación», aseguró Montoro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. El Ejecutivo confía en que el empleo crezca un 1,2% el año que viene (medido en puestos de trabajo a tiempo completo) y que la tasa de paro baje al 23,3% (para este año prevé que se quede en el 24,9%).

El Gobierno calcula que los ingresos del Estado crecerán un 4,3% el año que viene hasta los 133.712 millones, lo que permitiría que el déficit público del Estado acabe en el 2,9% del PIB (30.959 millones de euros). Restando a la suma de la recaudación y el déficit previstos unos ajustes por contabilidad nacional de 2.670 millones y otros 32.941 millones de euros de financiación a las administraciones territoriales a través del presupuesto de gastos resulta el límite de gasto fijado, que supone recortar 4.200 millones respecto a este año.

¿Es demasiado optimista el Gobierno confiando todo el ajuste del gasto a la recuperación económica? Montoro reconoció con ironía que así se lo van a decir en el Parlamento. El Gobierno prevé un crecimiento nominal del PIB del 2,6% en 2015 frente al 4,3% de los ingresos, lo que supone una diferencia de 1,7 puntos porcentuales. Es lo que se conoce como elasticidad de los impuestos, pero puede entenderse algo excesiva esa diferencia. A ello se añade la reforma fiscal, que tiene un coste recaudatorio superior a los 5.000 millones el próximo año.

Mensaje a Bruselas

Sin embargo, el ministro de Hacienda descartó que se haya dejado llevar por el optimismo en las cifras y aseguró que «parten de la realidad que estamos viviendo». En este sentido, recordó que la recaudación tributaria está creciendo hasta mayo a una tasa del 6,6% interanual y los ingresos por IVA han aumentado un 7,8%. Además, reiteró que la reforma fiscal impulsará el crecimiento y ensanchará las bases imponibles.

El techo de gasto es el primer paso para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado. Pero, sobre todo, era el primer mensaje del Gobierno a Bruselas tras aprobar una reforma fiscal que no gustó nada a la Comisión Europea. Como no podía ser de otra manera, Montoro repitió una y otra vez que la reducción del déficit público es un objetivo «prioritario» y tuvo especial cuidado en recalcar que el Gobierno va a mantener una «política austera porque así lo exigen nuestros compromisos».

También el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, insistió al finalizar la cumbre europea en que «no es bueno aumentar deuda ni gastar lo que no se tiene» y vinculó el saneamiento de las cuentas públicas al bienestar de la ciudadanía. La reducción del gasto público durante los años de crisis ha provocado recortes en las prestaciones por desempleo (las condiciones para cobrarla se han endurecido), en las pensiones (se ha suprimido la actualización con la inflación y retrasado la edad de jubilación) y en el gasto sanitario.

Más presión fiscal

El responsable de la política fiscal recalcó que el gasto social ha incrementado durante la crisis su peso sobre el total de gasto. No obstante, eso se produce porque otros gastos como las inversiones públicas han sufrido un auténtico desplome en los presupuestos de los últimos años y porque el número de parados ha crecido tanto que empujaba al alza el gasto total aunque la tasa de cobertura ha ido decreciendo. En la actualidad hay casi cuatro millones de parados que no perciben prestaciones por desempleo, según un estudio de la Fundación Primero de Mayo sobre datos de la EPA.

La economía española alcanzará tasas de crecimiento del PIB del 3% en 2017, según la senda prevista por el Gobierno, y la tasa de paro rozará el 20% (19,8%) ese año. El gasto de las administraciones públicas irá perdiendo peso medido en porcentaje sobre el Producto Interior Bruto (PIB), al bajar del 44% este año al 43% en 2015 y al 40% en 2017, mientras que la presión fiscal aumentará. Los ingresos de las administraciones públicas alcanzarán el 38,8% el año que viene y llegarán al 39% en 2017.