Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Apuntes

Los bloques de la muralla

La actuación de Costas para detener su deterioro ha levantado una agria polémica en Cádiz, sin embargo, nadie ha dicho todavía qué alternativas existen para evitar la erosión del mar

Actualizado:

La actuación de la Demarcación de Costas para detener el deterioro de la muralla gaditana de los efectos del mar no es un parche. Al contrario. Se trata de una solución técnica de bajo coste pero, desde luego, eficaz. La colocación de los bloques de hormigón para frenar el avance del agua es una alternativa habitual en paseos marítimos, puertos y escolleras. Sin embargo, en el caso de la muralla de Cádiz se ha topado con el efecto visual. Es en este punto donde Costas ha metido la pata al no consultar con los responsables de Patrimonio y actuar de una manera unilateral bajo el argumento de la extrema gravedad que presenta la pared. La presencia de los bloques es un atentado al conjunto histórico que se despliega entre la Alameda y Santa Bárbara. Todo apunta a que la actuación de urgencia obedece más bien a un intento de atajar un problema con un presupuesto muy ajustado. Es decir, la reparación del lienzo con una intervención más cuidada y estética supone con toda seguridad una fuerte inversión. Ya se ha visto que preservar la pared del impacto del oleaje obliga a practicar una obra interior de gran calado y a reforzar todo su basamento. La colocación de los bloques de hormigón, como en Campo del Sur, es una obra más rápida y desde luego menos costosa. El Ayuntamiento de Cádiz y los técnicos de la Demarcación de Costas han acordado ahora buscar una solución al impacto visual que provocan los bloques. Resultará ahora muy complicado tapar esa montaña de granito que oculta la base de la muralla. Una vez más, las administraciones han alardeado de sus diferencias políticas para enquistar el asunto y provocar un debate reñido entre Ayuntamiento y Junta. Es posible que los bloques de hormigón de la muralla sean la letra de las chirigotas del año que viene y es más que probable que asistamos con ello a un culebrón de verano. Habrá que acostumbrarse a ver los bloques.