Los americanos vuelven a Irak

Casi la mitad de las 300 fuerzas especiales que Barack Obama ha decidido mandar a Irak están ya en el país, según dijo el martes el portavoz del Pentágono. No es que EE UU necesitara una semana para enviarlas. De hecho, 50 se encontraban ya en el país, como parte del destacamento que protege la embajada estadounidense en Bagdad. El despliegue de los 90 que se les han sumado no se ha hecho, sin embargo, hasta un día después de que Washington obtuviese para sus hombres la inmunidad necesaria para que nunca se les juzgue en Irak por lo que puedan hacer durante la misión.

«La inmunidad es un requerimiento fundamental cada vez que tenemos tropas a ultramar invitadas por un Gobierno soberano», recordó Obama cuando se le preguntó si no se arrepentía de no haber dejado un contingente militar en Irak tras la retirada de sus tropas. Entonces, Nuri al-Maliki, que ahora suplica a Washington el envío de cazas y drones para bombardear a los terroristas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), rehusó firmar un acuerdo que proporcionara inmunidad a las tropas americanas, motivo por el que Obama se negó a dejar ninguna. El presidente iraquí tampoco lo ha firmado ahora, pero, según la Casa Blanca y el Pentágono, lo ha aceptado en diferentes cables diplomáticos que han intercambiado.

Para el portavoz del Pentágono, almirante John Kirby, esas «garantías», similares a las que recibe el personal diplomático, «son aceptables» para esta situación «de corto plazo» en la que se involucrarán las tropas, que llaman eufemísticamente «asesores militares».

Se trata de Boinas Verdes, Fuerzas Delta, Navy SEAL y escuadrones tácticos de las fuerzas aéreas. Medio centenar más de estos soldados altamente cualificados para misiones de gran precisión llegarán en los próximos días, explicó Kirby. En «dos o tres semanas» habrán evaluado la situación y ofrecerán recomendaciones sobre cómo detener el avance de EIIL y aportar «cohesión» a las fuerzas iraquíes.