Andy Coulson, a su llegada ayer al tribunal. :: PAUL HACKETT / REUTERS
MUNDO

El periodista de las exclusivas a cualquier precio

LONDRES. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Andy Coulson sabía que iba a llegar lejos en el mundo del periodismo. Lo tenía claro desde que a los 18 años años se inició en la profesión de la mano del rotativo local Basildon Echo. Lo que igual no sospechaba es que su nombre iba a protagonizar los titulares del mayor escándalo que ha sacudido jamás a la prensa británica, la misma que durante unos años lo idolatró y que ahora lo desprecia por conspirar para pinchar teléfonos en su etapa al frente del News of the World de Rupert Murdoch.

La carrera de Coulson fue meteórica. Por su ambición -desmedida, para algunos- y porque siempre supo rodearse de las personas adecuadas en cada momento. Una habilidad que no sólo lo llevó a desempeñar puestos de relevancia en los tabloides más influyentes del país sino que también le permitió tener despacho propio en Downing Street como jefe de prensa del primer ministro David Cameron.

Procedente de una familia de pocos recursos, Coulson consiguió entrar con apenas veinte años al diario sensacionalista The Sun. Y lo hizo por la puerta grande, apadrinado por el famoso periodista Piers Morgan, exdirector del Daily Mirror. Apenas seis años después fue nombrado subdirector del News of the World, que por aquel entonces dirigía Rebekah Brooks, con la que llegó a tener una relación sentimental. Tras la salida de Brooks, Coulson pasó a ocupar la dirección del rotativo en un momento en el que las exclusivas sobre ricos y famosos estaban en su pleno apogeo. Pero las sospechas sobre posibles escuchas ilegales comenzaron a aflorar, así que Coulson volvió a tirar de amistades para poner tierra de por medio. En 2007 el Partido Conservador lo nombró jefe de comunicación y tres años más tarde volvía a ser rescatado por el propio Cameron. Tras el fallo de ayer parece que ya no tiene a quién recurrir.