Pablo Iglesias: «El terrorismo de ETA tiene una base política»

Ante las acusaciones que le han lanzado en relación a una supuesta ambigüedad a la hora de condenar la violencia de ETA el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dejó claro ayer que la banda ha dejado tras de sí un inmenso dolor y cientos de víctimas. Pero a renglón seguido el eurodiputado matizó que tras la acción de los terroristas existe una base política y este es un problema que debe ser abordado.

Durante un desayuno-coloquio organizado por Nueva Economía Fórum en el hotel Ritz de Madrid, Iglesias valoró que si el conflicto con ETA no tuviera esas dimensión política no se entendería por qué Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero se sentaron a negociar con la banda. En cualquier caso, el profesor de Ciencias Políticas insistió en rechazar cualquier tipo de uso de la violencia. «El hecho de que yo hable sobre el cáncer no quiere decir que esté a favor del cáncer», dijo.

Ante los retos soberanistas de Cataluña y País Vasco, Iglesias se declaró partidario de permitir la celebración de referendos porque «la democracia es preguntar a la gente y no se debe de tener miedo a hacerlo». «Si los catalanes o los navarros se sienten a gusto con unas relaciones jurídicas diferentes, pues qué le vamos a hacer», añadió. En cualquier caso, aseguró que a él le gustaría que Cataluña no se independice de España.

En un momento del acto un asistente increpó a gritos a Iglesias, al que acusó de asesorar al Gobierno de Venezuela que reprime a la población. Era Alberto Casillas, el camarero que adquirió notoriedad durante la manifestación Rodea el Congreso del 25 de septiembre de 2012, cuando se enfrentó a los policías que pretendían entrar en su local a detener a manifestantes y que que vivió en el país sudamericano. «En Venezuela están matando a los jóvenes», gritó. Después de que el servicio de seguridad desalojase al camarero, Iglesias dijo que él nunca ha colaborado con ningún país «para que se reprima a nadie».