El Rey invita a pasar a su despacho a Carlos Lesmes, instantes después de posar para los reporteros gráficos. :: P. CAMPOS / EFE
ESPAÑA

Felipe VI opta por la continuidad al nombrar a Jaime Alfonsín jefe de su Casa

El Rey encarga a su mano derecha durante casi dos décadas recuperar la imagen institucional y la gestión del 'caso Nóos'

MADRID. Actualizado: Guardar
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Felipe VI ha optado por la continuidad con renovación en su círculo más cercano de colaboradores. Nombró a Jaime Alfonsín, su más estrecho ayudante en los últimos 19 años, jefe de su Casa en sustitución de Rafael Spottorno, quien desempeño esta misma función con don Juan Carlos desde septiembre de 2011.

Si algún rasgo caracteriza a Alfonsín es la discreción, al decir de quienes conocen los entresijos de Zarzuela. De su biografía apenas se conoce algo más que el resumen de la página web de la Corona. Este gallego de Lugo cumplirá 58 años el 16 de agosto, casado y con dos hijas, atesora un currículum espectacular. Abogado con premio extraordinario fin de carrera, pertenece al selecto cuerpo de letrados del Estado y en esa condición trabajó en el Tribunal Supremo y en la Comisión Europea en Bruselas, profesor universitario, alto cargo del Ministerio de Administraciones Públicas con el Gobierno de Felipe González, asesor jurídico de Barclays Bank, también trabajó en uno de los bufetes más prestigiosos de España, Uría y Menéndez. Todo esto antes de cumplir los 39 años, cuando el entonces rey Juan Carlos le llamó para hacerse cargo de la Secretaría del Príncipe de Asturias, que apenas contaba con 27 años. Desde entonces son inseparables. Sus despachos estaban puerta con puerta y fue de los primeros en enterarse del noviazgo de don Felipe y doña Letizia, según cuentan los expertos en los recovecos reales.

Alfonsín va a pasar una prueba de fuego inmediata cuando el juez José Castro haga público este miércoles el auto de cierre del sumario del 'caso Nóos' y mantenga, según afirman fuentes jurídicas, la imputación de la infanta Cristina por blanqueo de capitales y cooperadora en dos delitos fiscales de su marido en 2007 y 2008. Cierto es que el impacto de la acusación será menor porque la hija del Rey ya no es miembro de la Familia Real al no ser descendiente directo del Monarca y ahora forma parte de la familia del rey con una vida casi anónima.

Spottorno tuvo que gestionar el estallido del caso e informar del apartamiento de Iñaki Urdangarin de la Casa del Rey por su conducta «poco ejemplar», y dejó colgado un «ya veremos» respecto a la infanta Cristina que se convirtió también una marginación de las actividades de la Corona, cuyo máximo exponente fue la ausencia en la proclamación de su hermano. Spottorno también fue el protagonista el año pasado de la primera, y hasta hora única, conferencia de prensa que han albergado las paredes del palacio de la Zarzuela para informar de las dos últimas operaciones de cadera de don Juan Carlos.

Pero Alfonsín, como primer ministro de la Casa del Rey, tendrá a medio y largo plazo una tarea si cabe más ardua, la recuperación de la imagen de la Monarquía, en sus horas más bajas desde la restauración de la institución en 1975. Deberá decidir, junto al Rey, los pasos a dar en aras de la transparencia, exigida por ley a partir del próximo año, y una demanda social reiterada. Y con la transparencia habrán de resolver si la Zarzuela informa del patrimonio personal de sus miembros, de sus gastos, de sus viajes, de sus vacaciones. Informaciones hasta ahora vetadas a la sociedad y a las instituciones democráticas.

Primer abogado

El nombramiento de Alfonsín, primer jefe de la Casa del Rey que no es militar, como lo fueron el marqués de Mondéjar o Sabino Fernández Campo, o diplomático, como Fernando Almansa, Alberto Aza o el propio Spottorno, es el primero de una amplia reestructuración y redimensionamiento del equipo de la Zarzuela. El organigrama se va a recortar por la desaparición de las infantas Elena y Cristina de la Familia Real, que ahora queda reducida los Reyes, sus dos hijas, y sus padres. Se amortizará el puesto de secretario privado con toda seguridad de las infantas, cargo que ocupa Carlos García-Revenga, también imputado en el 'caso Nóos'. El personal de apoyo a don Juan Carlos y doña Sofía también se recortará, y por su corta edad no será necesario de dotar a la Princesa de Asturias de una infraestructura humana y material específica.

En cambio, el aumento de la carga de trabajo de representación de doña Letizia motivará un aumento de su equipo, al frente de cuya secretaría estará con toda probabilidad el teniente coronel José Zuleta, duque de Abrantes y marqués del Duero, colaborador de la hoy Reina desde su llegada a la Familia Real.

Otros cambios se producirán en la Secretaría General de la Casa del Rey, para la que se perfila el general de la Guardia Civil Domingo Martínez Palomo; y en la dirección de Comunicación, cargo que dejará Javier Ayuso para dar paso a Jordi Gutiérrez, que ya trabajó en el área informativa de la Zarzuela entre 1993 y 2009, y ahora es director de comunicación de la patronal madrileña.