Los hosteleros esperan un mejor verano aunque mantendrán la baja contratación
Después de una caída en la facturación de más del 60%, confían en que este año sea el de la recuperación del sector
CHICLANA. Actualizado: GuardarEl optimismo se sienta a la mesa de los hosteleros chiclaneros. Después de unos años de crisis que les ha supuesto toda una travesía en el desierto, los establecimientos de la ciudad comienzan a ver los síntomas de mejoría en sus cajas registradoras. Tanto es así que confían en que este verano que arranca sea el de la reactivación del sector. Así lo afirma Vittorio Canu, presidente de la Asociación Chiclanera de Hostelería. «Creemos que este año va a ser mejor, se aprecia más ánimo en las calles», reconoce el hostelero.
Lo cierto es que los síntomas de mejoría no sólo se deben a una impresión subjetiva o cualitativa, sino que viene respaldados por «una Semana Santa y un mes de mayo con más gente», apunta Canu. Todo ello en un tiempo en el que se produce una mayor actividad en la zona de la costa y después de unos meses invernales especialmente «difíciles». «Hemos tenido que hacer muchos números durante el invierno, pero con la llegada de la Semana Santa se aprecia cierto cambio», explica el presidente, que además matiza que desde ese momento son varios los establecimientos que han abierto sus puertas, igualando las bajas producidas.
«Tenemos una estacionalidad muy pronunciada», reconoce Canu, lo que lleva a una contratación de personal que aún se mantiene baja con respecto a antes del inicio de la crisis. Así, aunque los hosteleros esperan un mejor verano, esta mejoría, en principio, no irá acompañada de una mayor contratación de personal. «Antes se planificaba el número de trabajadores que hacían falta. Ahora se contrata según vaya viniendo la carga de trabajo», explica el hostelero. Así las cosas, Canu destaca que la mejoría tiene que ser mayor para poder recuperar los niveles de altas de antes de la crisis. De hecho, en 2007 «se podían llegar a contratar de 14 a 16 personas en un solo establecimiento durante los meses de verano. Ahora se contratan a 8 o 10 personas y según la necesidad», subraya el presidente.
«Económicamente, no estamos preparados para soportar ese coste de personal y las previsiones tampoco apuntan a que sea un verano a los mismos niveles de antes de la crisis», reconoce Canu con cautela. Todo ello cuando los hosteleros vienen de unos años donde los beneficios han llegado a caer «entre un 60 y un 70%». Unos rigores que han sufrido tanto los bares del centro como los de la costa. En el caso de estos últimos, la caída ha sido especialmente acusada «en los días entre semana», cuando todos los establecimientos «se han despoblado». Eso sumado a la contención, hace que las cuentas no cuadren en muchas ocasiones: «Ahora los comensales miden mucho más lo que piden y los precios». En cualquier caso, el optimismo es elevado y en los bares y restaurantes de Chiclana confían en que, ya sí, este sea el verano de la recuperación.