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EL RAYO VERDE

CRITICA Y COMPLACENCIA

LALIA GONZÁLEZ-SANTIAGO
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Hay muchas maneras de leer 'Fuego y cenizas', del politólogo y exlíder liberal canadiense Michael Ignatieff. El título de moda en este país, y de cabecera ahora mismo en San Telmo y otros 'puntos calientes' de la política andaluza, da para todo un 'libro-fórum', si tal cosa existiera aún. Abre, pues, muchas líneas de reflexión aplicables a la política de aquí y ahora, a uno y otro lado del espectro político, que ojalá aproveche a nuestros mandamases, pero también a quienes nos interesamos por entender lo que pasa.

En un primer momento, el libro me pareció un manual de autoayuda para políticos angustiados, que hay muchos. Su sustrato está en el intitulo: «Éxito y fracaso en la política». Un testimonio de cómo caer con estilo, digamos. Ignatieff era un prestigioso catedrático en Harvard a quien en 2004 miembros del Partido Liberal canadiense ofrecen volver a su país para liderar este grupo. Seis años después se retira, tras cosechar la mayor derrota de la historia de la formación, antaño una de las grandes del país. De modo que, me digo, habrá quien piense que no hace falta ser un intelectual de primera para triunfar, antes bien al contrario. Por si alguien quisiera resucitar el mito del rey-filósofo, aquí hay una prueba. Alivio de mediocres.

Pese a su desastre, Ignatieff defiende la política con entusiasmo, y esa es la lectura que aman los lectores del 'stablishment', que hallan en el libro una justificación de sus afanes. Para quienes solo observamos y votamos, las cosas son distintas. Se puede compartir esa idea de la política como un «juego brutal», un fascinante «encuentro dramático entre el destino y la voluntad, la malicia y la nobleza», como dice el propio autor, pero resulta inquietante cuanto de apelación a la moralidad y la fidelidad a uno mismo encierra el texto. Una primera frase es demoledora: «Nada te va a causar más problemas que decir la verdad». Una última, contundente: «No es una carrera estable. Tu vida política puede terminar en cualquier momento, así que debes asegurarte de que tienes una vida con anterioridad». Una mira alrededor y confía en que en este raro equilibrio la crítica de la política enseñe y contagie y no se quede todo en el refuerzo de las propias creencias.