Mas critica al nuevo Rey por no hablar en su discurso del Estado plurinacional

El discurso de Felipe VI tras su proclamación recibió elogios del Gobierno, de la oposición y buena parte del arco parlamentario, a excepción de los nacionalistas y la Izquierda Plural.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, destacó la «tranquilidad» y la «normalidad» del proceso de cambio en la Jefatura del Estado, un hecho inédito a su juicio en la historia de España, lo que debe ser «reconfortante y para sentirse contentos y orgullosos». Para el jefe del Ejecutivo central, la sucesión demuestra que en España las leyes funcionan y la Constitución se cumple. Rajoy, en cualquier caso, evitó valorar las referencias que Felipe VI hizo a la unidad y a la diversidad de España en plena crisis por el desafío catalán.

En cambio, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, centró sus críticas en ese aspecto, el de las alusiones del Rey al conflicto territorial. Censuró que sólo hablara de una nación, «cuando en España hay otras naciones como Cataluña». Mas apenas aplaudió las palabras del Monarca. Una economía de aplausos motivada porque le hubiese gustado escuchar que España es un Estado «plurinacional». Aun así, reconoció que ya se esperaba la letra. «No ha sido nuevo, el Rey es nuevo pero el discurso, no. No puedo decir que me haya decepcionado», dijo.

Mas agradeció que los Reyes hablaran con él en catalán en la recepción y se mostró cauto de cara al futuro. «Ver y esperar», recetó. «Hay que dejar al nuevo Rey que se instale, que tome las riendas del Estado», remató. Más que el discurso de ayer, el que el nacionalismo catalán mirará con lupa y en el que espera gestos es el que Felipe VI pronunciará el próximo jueves en Girona, en su primera visita a Cataluña como Rey, en la que estará acompañado por el presidente de la Generalitat.

«Todo muy bien»

Desde el PSOE, calificaron la alocución de don Felipe de «acertada» y una muestra del compromiso de la institución por la renovación en un tiempo nuevo. La número dos socialista, Elena Valenciano, lo definió como «completo, profundo y cercano». También los tres expresidentes del Gobierno coincidieron en su juicio positivo. «Me ha gustado mucho, ha sido completo, directo y valiente», dijo José Luis Rodríguez Zapatero. «Muy correcto de forma y de fondo», expresó Felipe González. En cuanto a la alusión a la crisis territorial, señaló que es «parte de su misión institucional». El más breve fue José María Aznar, que se limitó a decir que «todo» le pareció «muy bien».

Mientras, los partidos que no asistieron al acto como muestra de rechazo a la Corona se mostraron muy críticos. El diputado de la IU, Gaspar Llamazares, tildó el discurso de «vacío, tópico, lleno de lugares comunes y propio de un funcionario del poder». El líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, justificó la ausencia de sus diputados porque «no hay que hacer comedia».