Don Juan Carlos cede su puesto al nuevo Rey

El Rey selló ayer la firma de su propia abdicación en el Palacio Real con un efusivo abrazo al Príncipe de Asturias, a quien cedió a continuación su sitio como gesto simbólico del traspaso de la Corona a su hijo, que se convirtió con la medianoche en Felipe VI.

El símbolo del relevo quedaba reforzado unos instantes después, cuando don Juan Carlos llamó a sus nietas para darles un beso: en primer lugar a Leonor, la futura Princesa de Asturias, y a continuación a su hermana, la infanta Sofía. Fue nada más sancionar con su firma la ley orgánica de abdicación cuando el Rey se dirigió al lugar que ocupaba al inicio del acto y, tras besar a la Reina Sofía y abrazar a su hijo, le cedió a Felipe de Borbón la silla que ocupaba.

Mientras tanto, los más de 150 asistentes al acto, entre los que se encontraban el Gobierno en pleno y representantes de todas las instituciones del Estado, brindaba un prolongado aplauso a don Juan Carlos, que agradecía con gestos contenidos y visiblemente emocionado. Acabada la ceremonia, sonó de nuevo el himno nacional y el Rey se enfrentaba a esa ovación de más de un minuto de aplausos de los asistentes al acto, a los que se unía toda su familia. El monarca resistía emocionado y sonriente, aunque con un evidente esfuerzo para no llorar en una ceremonia con la que concluyen sus 39 años como Rey de España. El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, entregó ayer en el Registro del Congreso la histórica ley de abdicación de Don Juan Carlos, minutos después de que la firmara el Rey en el Palacio Real. José Luis Ayllón llegó al Registro de la Cámara sobre las 19.10 horas con el documento. El secretario de Estado portaba la ley dentro de una carpeta negra con un escrito adjunto firmado por la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, en el que solicita la custodia y archivo del histórico texto de abdicación. De la ley por la que Don Juan Carlos abdica del trono de España se han hecho dos copias: una que se remite al Boletín Oficial del Estado, y que cuando se publicó a medianoche se hizo efectiva la abdicación, y otra que se queda en el Congreso, al ser la institución que conserva todas las leyes.

La norma pasó el martes el último trámite parlamentario en el Senado al ser apoyada por el 90,3 % de los parlamentarios presentes, después de ser aprobada en el Congreso la semana pasada, con el respaldo del 85,4% de los diputados.

Una vez protagonizado el acontecimiento histórico, resuelto un relevo como no se ha conocido en España en casi un siglo, llega el momento de la calma. El Rey Don Juan Carlos seguirá hoy por televisión, desde el Palacio de la Zarzuela, el acto de proclamación de Felipe VI como jefe del Estado español por las Cortes Generales, según confirmaron fuentes oficiales.

Ausencia generosa

Don Juan Carlos tomó la decisión personal de no acudir al Congreso de los Diputados, donde tendrá lugar la sesión de proclamación a partir de las 10.30 horas, para no robar protagonismo ni al nuevo monarca ni al Parlamento. No obstante, las mismas fuentes de la Casa Real aseguraron que arropará a su hijo, con su presencia y sus palabras, antes y después del acto.

A las 9.30 horas, Don Juan Carlos despedirá a su hijo desde el Palacio de la Zarzuela justo antes de que parta hacia el Congreso. En el Salón de Audiencias de Zarzuela, le impondrá el Fajín de Capitán General, ya que desde esa medianoche Felipe VI será también jefe supremo de las Fuerzas Armadas.

Al Congreso sí se desplazarán Doña Sofía y la Infanta Doña Elena, así como las hermanas de Don Juan Carlos, Doña Pilar y Doña Margarita, que estarán sentadas en la tribuna de honor, frente a la tarima presidencial, junto a familiares de Doña Letizia.

Don Juan Carlos se unirá al resto de los nuevos miembros de la Familia Real (los Reyes Don Felipe y Doña Letizia, la Princesa de Asturias, la Infanta Doña Sofía y la Reina Doña Sofía) en el Palacio Real de Madrid, desde donde todos ellos saludarán a los ciudadanos desde el balcón central del palacio, que da a la Plaza de Oriente.

En principio, no se espera que Don Juan Carlos y Doña Sofía se queden a la recepción que los nuevos monarcas ofrecerán en el Palacio Real a unos 2.000 invitados, representantes de los más diversos sectores de la sociedad española, entre políticos, empresarios, representantes sindicales, y personalidades del mundo de la ciencia, el arte, la cultura y el deporte. Serán sólo los nuevos Reyes, acompañados de sus hijas en los primeros minutos, los que saluden uno a uno a todos los invitados en un besamanos que tendrá lugar en el Salón del Trono.