El Rey será capitán general de las Fuerzas Armadas en la reserva

Tras 39 años como mando supremo de las Fuerzas Armadas, don Juan Carlos cederá el testigo a su hijo don Felipe y pasará a la situación de reserva, donde mantendrá el rango de capitán general. Esta figura será vitalicia, es decir, durará toda la vida y no se procederá a su retirada tras un periodo determinado, según el reglamento vigente cuando fue nombrado jefe del Estado y mando de los tres Ejércitos.

Asimismo, el Monarca saliente podrá seguir vistiendo el uniforme militar y las pertinentes divisas, cinco estrellas de cuatro puntas y dos bastones cruzados, en su traje.

Estos pormenores fueron dados a conocer ayer por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, durante un viaje oficial a las tropas españolas desplegadas en Dakar (Senegal). «Tendrá el mismo tratamiento que cualquier militar en la reserva», confirmó el ministro para disipar las dudas sobre la nueva condición militar de don Juan Carlos.

Sobre los honores a los que tiene derecho, el real decreto aprobado en el último Consejo de Ministros estipula que don Juan Carlos mantiene el título de Rey con carácter honorífico y de forma vitalicia y recibirá el tratamiento de majestad y honores análogos a los establecidos para los Príncipes.

Desde el punto de vista militar, pasar a la situación de reserva permite ser activado y ocupar algún destino, algo que no está contemplado en la situación de retirado, además de recibir el tratamiento correspondiente a su cargo.

Durante los 39 años de democracia, solo tres militares han ostentado el rango de capitán general honorífico de algunos de los ejércitos. Fueron nombrados por el Gobierno de Felipe González. Don Juan de Borbón, ascendido a capitán general de la Armada en 1988; Ángel Salas Larrazábal, del Aire en 1991; y Manuel Gutiérrez Mellado, en Tierra en 1994.