Don Juan Carlos no irá a la proclamación para evitar hacer sombra a su hijo
La primera imagen del rey Felipe VI con su padre se captará una hora después, cuando salgan al balcón del Palacio Real
Actualizado:La Zarzuela despejó ayer la última gran incógnita que existía sobre la solemne ceremonia de jura y proclamación de Felipe VI como Rey de España que se celebrará el 19 de junio en el Congreso de los Diputados. Don Juan Carlos no acudirá al acto de entronización de su hijo «para dar el máximo protagonismo al nuevo Rey», según justificó un portavoz de la Zarzuela.
Don Felipe llegará al palacio de la Carrera de San Jerónimo, a las diez y media de la mañana, con doña Letizia y sus dos hijas, que le acompañarán a lo largo de toda la ceremonia en el centro de la tribuna que ayer se instaló en la Presidencia del hemiciclo. Quienes verán en directo y desde lugar preferente cómo la Cortes Generales -el Congreso y el Senado en sesión conjunta- proclaman Rey al hasta ahora Príncipe de Asturias serán su madre, doña Sofía, su hermana la infanta Elena y sus tías paternas las infantas Pilar y Margarita. No así la infanta Cristina, separada de la agenda de la Casa Real desde la eclosión del 'caso Nóos'.
La primera imagen para la historia de Felipe VI junto a su padre se podrá captar una hora después de terminados los actos en el Congreso de los Diputados, cuando el nuevo Rey y la Reina, tras saludar al pueblo de Madrid en un largo recorrido en automóvil por el cogollo de la capital, salgan junto a sus hijas al balcón principal del Palacio Real, el situado en la fachada de la Plaza de Oriente, que se prevé repleta.
Las mismas fuentes insisten en que el día de la jura como nuevo jefe del Estado a quien le corresponde todo el protagonismo es a don Felipe y que, por contra, la tarde anterior, en la también solemne ceremonia de sanción y promulgación de la ley orgánica de abdicación, a quien le toca atraer la luz de todos los focos es a don Juan Carlos.
La afirmación hace pensar que es posible que sea el Príncipe de Asturias quien no acuda al Palacio Real el 18 de junio para no eclipsar a su padre durante el último acto de sus 39 años de reinado. La ceremonia, en la que el todavía Rey de España firmará la ley por la que abdica y que será refrendada por el presidente del Gobierno, tendrá lugar a partir de las seis de la tarde en el Salón de Columnas. Unos 150 invitados de las principales instituciones del Estado presenciarán el epílogo de don Juan Carlos en un marco solo usado en las grandes ocasiones, como la firma en 1986 del tratado de adhesión a la Comunidad Europea.
Reyes pese a la abdicación
La Casa Real, además de poner hora a los eventos con que se completará la primera sucesión monárquica de la democracia, apuntó ayer otro dato relevante. Según la terminología utilizada por el portavoz oficial, el título que ostentarán don Juan Carlos y doña Sofía una vez entre en vigor la abdicación, sobre las cero horas del 19, seguirá siendo Rey y Reina.
Esa hora, la medianoche del 18 al 19 de junio, con la ley de abdicación ya publicada por el BOE, será el instante en que don Felipe se convierta en Rey de España y jefe supremo de las Fuerzas Armadas, doña Letizia en su consorte, y su primogénita, la infanta Leonor, en Princesa de Asturias. Esta atribución militar constitucional se formalizará nueve horas después, en la Zarzuela, cuando, en el primer acto solemne de la jornada, don Juan Carlos imponga a su hijo el fajín de capitán general de los Ejércitos.
Una hora después, las máxima autoridades del Estado recibirán a los nuevos reyes y sus hijas en la Puerta de los Leones del Congreso, donde recibirán honores militares.
La ceremonia, a la que don Felipe asistirá con uniforme de gala de capitán general del Ejército de Tierra, tendrá la «solemnidad» y la «dignidad» inexcusable en un hecho histórico, pero, según los portavoces de la Zarzuela, será austera «como recomiendan los tiempos que corren».
En esencia, y durante poco más de media hora, el nuevo Monarca jurará «desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas» y será proclamado Rey de España por más de 550 diputados y senadores que se apiñarán en los bancos corridos que sustituirán a los escaños esa jornada. Sonará el himno nacional y Felipe VI, junto a la corona y el cetro, símbolos de la institución, explicará a los ciudadanos en su primer discurso las líneas maestras de su mandato. No habrá ni crucifijo ni misa posterior. La ceremonia de la proclamación, en la que junto al Rey estará el presidente del Congreso, que dirá unas palabras; el del Senado, el presidente del Gobierno y responsables de otras altas instituciones, será seguida desde la tribuna por los tres expresidentes vivos del Ejecutivo, pero con la ausencia en los escaños del casi medio centenar de parlamentarios de IU, Esquerra, Amaiur, BNG, Geroa Bai y Compromís que votaron no a la sucesión monárquica. Si estarán CiU y el PNV. Antes de partir a la recepción del Palacio Real, los Reyes presidirán un desfile militar ante la fachada principal del Congreso.
Los detalles de la sucesión se conocieron el día en que don Juan Carlos tuvo su última audiencia pública en la Zarzuela, recibió al presidente de la patronal catalana, Joaquim Gay de Montellá, y que los Príncipes de Asturias también finiquitaron su agenda como tales en el Museo Arqueológico Nacional.