La banca está obligada a cambiar de modelo y recuperar la reputación
Se enfrenta a profundos cambios regulatorios, a una mayor vigilancia y a la irrupción de las nuevas tecnologías y modernos competidores
MADRID.Actualizado:La generación del Rey en la banca no piensa en abdicar. Por ahora. Emilio Botín tiene casi 80 años y preside el Banco Santander desde hace casi tres décadas. Francisco González cumple en octubre 70 años y 14 al frente del BBVA, banco que cambió su reglamento para retrasar la edad de jubilación del presidente hasta los 75 años.
Pero la crisis financiera ha marcado el fin de una época para el sector, y no se trata tanto de personas como del propio sistema. La banca ha salido de la crisis con una reputación muy maltrecha, parecido a lo que ha ocurrido con la Monarquía, que le va a costar mucho levantar. El escándalo de las preferentes, las cláusulas suelo en las hipotecas de algunas entidades anuladas por el Tribunal Supremo o los abusos cometidos por bastantes directivos de las cajas de ahorro en sus retribuciones han laminado la imagen de las entidades sin distinguir entre justos y pecadores. No es para menos. Cien banqueros serán juzgados por supuestas operaciones fraudulentas, indemnizaciones escandalosas y presunta estafa, entre otros delitos. La urgencia de cambio es palpable.
Aparte del rearme ético, los bancos tienen que afrontar un cambio de estrategia para la nueva etapa. Las mayores exigencias regulatorias y la búsqueda de rentabilidad harán que las entidades se centren en el negocio bancario básico, que reduzcan aún más el tamaño en activos, oficinas y empleados. Pero también que haya más fusiones. Y aumentará la vigilancia sobre su conducta -el Banco de España acaba de crear una unidad especial-. Asimismo, el impacto de las nuevas tecnologías y de competidores no bancarios (como Google, Amazon o Facebook) provocará -ya lo está haciendo- cambios radicales en la relación entre banca y cliente, donde muchas operaciones serán por banca móvil. Incluso, algunos gurús vaticinan la desaparición del dinero físico. No es sólo un cambio de ciclo, es una nueva era. También en las finanzas.