Cómo aprovechar en el mercado el cambio de rumbo del BCE
La institución monetaria abandona su tradicional ortodoxia. Resultado: gana la Bolsa frente a los activos más conservadores
MADRID.Actualizado:Mario Draghi sorprendió al mercado el jueves cuando anunció sus medidas. Pero, al mismo tiempo, como dice José Luis Martínez Campuzano, analista de Citi, no podía hacer menos. Bajada del precio del dinero, tipo de depósito en negativo e inyecciones de liquidez para la banca condicionadas al aumento del crédito fueron las iniciativas más importantes. Y también dejó la puerta abierta a otras más ambiciosas, como la compra de ABS, de créditos respaldados por activos.
La respuesta en los mercados fue un poco desconcertante, especialmente en el euro. Pero el Ibex-35 lograba superar los 11.000 puntos el viernes. Ahora hay que analizar las respuestas a la pregunta: ¿hay que comprar Bolsa, deuda y dólares tras las medidas adoptadas por Draghi?
La Bolsa. Daniel Pingarrón, de IG, comenta que la actuación del BCE implica un aumento del dinero en circulación en la zona euro y que eso será bueno para las Bolsas. El repliegue vivido a última hora del jueves obedece, dice, a cuestiones técnicas: el Dax alemán no podía superar a la primera los 10.000 puntos, un récord. Era demasiado. Fernando Hernández, de Inversis, añade que el efecto será más de largo que de corto plazo. Y atisba en las dos próximas semanas una toma de beneficios, pero anticipa un segundo semestre despejado.
Cree que se podría comprar en los recortes con vistas a una mejora de la renta variable hasta final de año. E insiste en que los mercados deben realizar la digestión de estas medidas. ¿Ideas para aprovechar ese recorrido? Sobre todo, compañías más sesgadas hacia el consumo interno. En concreto, ocio y banca, además de constructoras, concesionarias, viajes y transporte. También, 'utilities', 'telecos' y automovilísticas.
Hablando de valores españoles, Pingarrón apunta a la banca mediana, Sacyr, Acciona, FCC, BME o Mapfre, así como las inmobiliarias como principales beneficiarias. Y ve al Ibex-35 en los 12.000 a final de año.
Más cauto se muestra Tomás García-Purriños, de Cortal Consors: «Las Bolsas sí tienen recorrido, porque las medidas de Draghi apoyan su comportamiento, pero a lo que responde la renta variable es a fundamentales. Necesitamos ver revisiones al alza de los beneficios, porque ahora mismo los mercados están relativamente caros». A final de año, y con vistas a 2015, se pueden cumplir las condiciones que pide. Eso no quita para que a corto plazo, el selectivo español alcance los 11.300 o los 11.500 puntos, porque el sentimiento y la situación técnica también acompañan.
Más prudente aún, Campuzano, dice que éste no es momento para comprar. Ángel Olea, de Abante, añade que las Bolsas deberían hacerlo bien, pero han corrido ya mucho. Apunta la posibilidad de que las pequeñas y medianas empresas (pymes) de la periferia se animen. Y García-Purriños coincide en que habrá que fijarse en las de más calidad, porque serán las principales beneficiarias de la mejora del crédito. Respecto a los bancos alerta de que hay que elegir muy bien, dado que en unos meses se publican las pruebas de solvencia... y puede haber algún susto.
La renta fija. «La deuda pública ha corrido mucho y es difícil encontrar oportunidades», afirma García-Purriños. «La renta fija ha descontado ya bastante de lo que ha hecho Draghi y se ha colocado en rentabilidades mínimas. Ahora la duda es si marcará nuevos mínimos, o no», añade Félix López, de Atl Capital. A su juicio, sí podríamos llegar a ver a la prima de riesgo de España en los 100 puntos básicos desde los 130 actuales. Hernández añade que las medidas pueden sujetar a las deudas en los niveles de ahora, pero no les ve recorrido.
«Otra cosa es que el BCE inicie un programa de compra de activos», afirma. Quizá eso ha recogido la caída de la rentabilidad de bono español a 10 años, ahora en el 2,64%. Pero advierte: «No apostaría por la deuda europea». Pingarrón coincide: en teoría, las rentabilidades deberían moderarse, pero cuando la inflación repunte, los tipos de la deuda deberían seguir el mismo camino. López dice que lo mejor en renta fija está en la deuda subordinada bancaria, que aún conserva algo de potencial. Y García-Purriños sale fuera de Europa: se queda con la deuda emergente, pero en dólares.
El euro. En el mercado de divisas, los expertos siguen considerando como lo más probable que el euro siga depreciándose. Tomás García-Purriños dice que hasta el nivel de 1,30 unidades, o incluso más abajo. Pero, según Olea, aún faltan medidas para llevarlo a esa cota. Eso sí, no descarta que se ponga en marcha en los próximos meses, antes de que se termine el año.
Independientemente de eso, Rodolfo Baldrich, de Deutsche Bank, ve al euro terminar junio en el nivel de 1,35 dólares; en septiembre, irá a los 1,33; y, a final de año, en 1,30. Hernández, sin precisar niveles, está seguro de que las medidas de Draghi abren la puerta a mayores depreciaciones del euro. Y afirma que no hay que ponerse nervioso porque esto no suceda a corto plazo.
Quizás hay que tener en cuenta lo que dice Fidelity: el BCE incentiva la compra de activos y ello puede hinchar al euro y hacer fracasar sus intenciones depreciatorias de la moneda única.