Economia

El Ibex, en máximos de tres años, y el bono, en mínimos, gracias al BCE

El Banco de España apunta que el efecto beneficioso de las medidas sobre el crédito debería ser «inmediato», pero el resto tardará

MADRID. Actualizado: Guardar
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Como en los grandes fastos, la resaca -positiva en este caso- del paquete de medidas expansivas aprobado el jueves por el Banco Central Europeo (BCE) continuó notándose ayer en los mercados continentales, sobre todo en los periféricos del sur, donde el acceso al crédito es todavía un problema sin resolver. La Bolsa española terminó la semana con una subida del 1,73% y recuperó el nivel de los 11.000 puntos, que no superaba desde febrero de 2011. En el caso de la italiana, la mejora del 1,54% la aupó hasta cotas que había perdido en mayo de ese año.

Los 11.064 puntos que se anotó el índice selectivo Ibex-35 le permitieron sumar un ascenso semanal del 2,4% y del 11,6% en lo que va de año, pese a que el principio de la misma no había sido precisamente prometedor. En cualquier caso, los expertos bursátiles -que haciendo memoria apuntan a «uno de los mejores comienzos de año para la renta variable del último decenio»- recomiendan mantener la prudencia. El motivo, según apunta Felipe López-Gálvez, analista de la firma Self Bank, es que el Ibex ya lleva una revalorización de casi el 11% en el año y «cotiza a ratios de PER (que mide el peso de las ganancias de una compañía respecto a su valoración bursátil) estimado muy exigente, en torno a 18 veces sus beneficios». De hecho, no descarta una nueva bajada del índice a corto plazo, si bien leve, debido a la recogida de beneficios.

Las subidas, en cualquier caso, fueron generalizadas en toda Europa -respaldadas por los buenos datos de empleo en EE UU, que también se acusaron de forma positiva en las operaciones de Wall Street-, aunque en su mayoría inferiores al 1%. Curiosamente, el mejor valor de la jornada en el Ibex fue la propia Bolsas y Mercados Españoles (BME), que terminó disparándose un 6%.

La devolución anticipada de parte del rescate bancario (1.300 millones de euros), confirmada ayer por el Gobierno, también ayudó a que la semana terminara como la cuarta mejor para la Bolsa española en lo que va de año. A ello contribuyeron los grandes bancos: el BBVA subió un 5% y el Santander un 3,7%.

El euro, por su parte, recobró el terreno perdido el jueves tras conocerse la rebaja del tipo de interés oficial anunciada por el BCE (del 0,25% al 0,15%), cuando descendió a los 1,351 dólares en su cambio con la divisa estadounidense. Ayer, sin embargo, terminó la semana tal como la comenzó: en 1,363 unidades.

Mínimo del bono a 10 años

En la deuda soberana, el bono a 10 años español llegó a bajar puntualmente en su cotización diaria hasta el 2,6%, un nuevo mínimo histórico. Menos incluso de lo que se exigía por sus homólogos del Reino Unido (2,66%) y, como en fechas anteriores, también de Italia (2,84%). A raíz de ello, la prima de riesgo descendió casi un 9% hasta los 129 puntos, su nivel más bajo desde abril de 2010 y, de nuevo, por debajo de la italiana (140,5) aunque por encima de la irlandesa (109,4).

El Tesoro español, mientras, quiere aprovechar la confianza recobrada de los mercados para lanzar la semana próxima un bono sindicado a 10 años, según fuentes del mercado. La última vez que hizo una operación así fue en mayo, cuando vendió títulos por 5.000 millones de euros con vencimiento en abril de 2024 y ligados a la inflación, si bien la demanda llegó a cuadruplicar la oferta.

Desde el Banco de España, por su parte, estiman que el efecto de las medidas del BCE sobre un aumento del crédito será casi «inmediato». Así, al menos, lo apuntó ayer uno de sus consejeros, Guillem López-Casasnovas, quien justificó su previsión en que «la zanahoria» que ha puesto el banco central a las entidades financieras «es de buen comer».

Este consejero, en declaraciones a RNE, señaló que el Banco Central «no podía hacer menos de lo que ha hecho después de lo que había dicho» semanas atrás su presidente, Mario Draghi. Sin embargo, apuntó que las consecuencias -a priori, beneficiosas- sobre la inversión y el empleo todavía tardarán en llegar. «Estamos en el buen camino, pero no tenemos los trabajos hechos», concluyó.