![](/cadiz/noticias/201406/04/Media/alaya--300x180.jpg?uuid=ba52ed72-ebb7-11e3-a6a3-1f9b1e6c59ff)
El Supremo anula la condena del primer cargo de la Junta imputado por Alaya
El exdelegado de Empleo en Sevilla Antonio Rivas es absuelto al desestimarse una declaración policial en su contra porque luego no fue ratificada ante la jueza
SEVILLA. Actualizado: GuardarEl Tribunal Supremo ha anulado la condena por delito de cohecho para el exdelegado de Empleo de la Junta de Andalucía Antonio Rivas por falta de pruebas. La sentencia sí mantiene la pena de 21 meses de inhabilitación y multa para Fernando Mellet y Daniel Ponce. Los tres fueron condenados en el caso Mercasevilla, el que dio origen a la macrocausa de los ERE fraudulentos investigados ambos por la jueza Mercedes Alaya.
Antonio Rivas fue el primer cargo de la Junta de Andalucía imputado por la jueza Mercedes Alaya en las varias causas derivadas de aquella primera de Mercasevilla, en la que dos empresarios de hostelería de Sevilla fueron sobornados por dos directivos de la lonja pública. La condena fue impuesta tras un juicio ante un jurado popular en Sevilla y después confirmada por el TSJA.
La instructora primero y los tribunales del juicio después dieron por válida una declaración de uno de los directivos penados, Fernando Mellet, ante la policía, señalando a Rivas como la persona que les había instado a pedir la 'mordida' de 450.000 euros a cambio de una escuela de hostelería subvencionada por la Junta con 950.000 euros.
Mellet no ratificó la declaración ante la jueza Alaya. Ahora el Supremo concluye, en base a la jurisprudencia, que aquella declaración policial «carece de toda eficacia probatoria» pues «no ha sido ratificada en sede judicial en la fase de instrucción y tampoco en la vista oral del juicio, puesto que en ese acto el acusado se negó a declarar».
Extrañeza
El alto tribunal también se extraña de que «ninguno de los dos empresarios sobornados manifestaron que los otros dos acusados mencionaran en momento alguno que Rivas fuera una de las personas relacionadas con la Junta que fuera a beneficiarse de ese dinero, ni que estuviera detrás de esa petición».
«No deja de producir cierta extrañeza, pues si los acusados les dijeron a los denunciantes que el dinero solicitado iba destinado a funcionarios de la Junta, no parece muy coherente que no les facilitaran nombre alguno o cuando menos el cargo de algún implicado».
El Supremo califica de «conjeturas» las supuestas pruebas incriminatorias contra Rivas, basadas en el testimonio de Mellet. «Deben deslindarse de forma ostensible las diligencias que se practican en el marco de una dependencia policial y aquellas otras que tienen lugar en un juzgado de Instrucción», dicen los miembros del alto tribunal que firman la sentencia y explican el por qué: «La dosis de constreñimiento y presión ambiental con que se realizan algunas diligencias en un recinto policial poco tienen que ver con las garantías con que se opera en el marco judicial propio del proceso penal».
Alaya reconocía en su auto de instrucción que los indicios contra Rivas «eran débiles», según recuerda su abogado, Jon Ander. Rivas dijo que vuelve a creer en la Justicia tras tres años de infierno y que pedirá el reingreso en el PSOE y recordó que siempre proclamó.