ESPAÑA

Un juez del Constitucional plantea su dimisión tras dar positivo por alcoholemia

Enrique López circulaba a las 7.30 de la mañana en moto sin casco por el centro de Madrid, se saltó un semáforo en rojo y fue parado por la Policía

MADRID. Actualizado: Guardar
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El magistrado del Tribunal Constitucional, Enrique López, planteará hoy su dimisión después de dar positivo por alcoholemia tras haber sido interceptado a las 7.30 de la mañana de ayer en el centro de Madrid cuando circulaba en su moto, sin casco y después de haberse saltado al menos un semáforo en rojo, según confirmaron fuentes policiales. López, que accedió al alto tribunal en julio de 2013 procedente de la Audiencia Nacional, superó con creces la tasa de alcohol permitida por la ley, según las mismas fuentes. El denunciado dio 1,1 gramos por litro en sangre cuando el límite es 0,5, y se quedó a un paso de haber cometido un delito contra la seguridad vial, tipificado en 1,2, lo que hubiera supuesto su detención y la celebración de un juicio rápido.

Pese a ello, los agentes de la Policía Local que le practicaron el test de alcoholemia levantaron un parte y le retuvieron la motocicleta dado el estado de embriaguez que presentaba. Después, el magistrado se fue a su casa. A partir de ahora, las consecuencias administrativas o penales que se pudieron derivar de estos hechos dependen de lo que diga el atestado policial. En principio, el denunciado asumió los hechos y no se opuso ni al primer test de alcoholemia ni al segundo, que arrojó un resultado de 1 gramo por litro en sangre, el doble de lo permitido pero por debajo del delito.

Por este motivo, es factible que la Dirección General de Tráfico (DGT) resuelva el asunto con una sanción administrativa, que incluye retirada del carné durante varios meses, seis puntos del permiso de circulación y multa. El otro supuesto es que el parte incluya un positivo en alcoholemia con los agravantes de circular sin caso y saltarse un semáforo, y remitan el caso a un juzgado para que abra diligencias penales que se zanjarían en un juicio rápido.

Horas después del incidente, Enrique López llamó al presidente del Constitucional, José Manuel Pérez de los Cobos, y a varios magistrados para contarles lo sucedido. A media tarde admitió los hechos y afirmó, en declaraciones a Efe, que asumía «las consecuencias» que tenía. Sin embargo, también indicó que «hay circunstancias personales que justificarían mi comportamiento pero que no vienen al caso».

De sus palabras se desprende que López podría dejar la puerta a abierta a su salida del tribunal, aunque fuentes de este órgano manifestaron ayer que se trataba de un «asunto privado». No obstante, el afectado tiene decido poner hoy su cargo a disposición del presidente, que tendrá que decidir si lo acepta.

La ley orgánica que regula el funcionamiento del órgano contempla en su artículo 23 las causas de cese de los magistrados, siendo una de ellas el haber sido declarados responsables civilmente por dolo o condenados por delito doloso o por culpa grave. Un supuesto que no se aplicaría a Enrique López.

La carrera del juez ha sido meteórica. A sus 51 años pasó de un juzgado de instrucción de León al Consejo General del Poder Judicial, donde fue vocal portavoz a propuesta del PP. Después llegó a la Sala Penal de la Audiencia Nacional y de ahí, tras muchos dimes y diretes sobre si cumplía los requisitos de los 15 años de experiencia, fue propuesto como magistrado del Constitucional por los populares.